Yates de lujo
Una buena película y una sesión de spa... pero en alta mar
El exclusivo Domus es el nuevo yate de la compañía Van Geest Design y presenta hasta seis camarotes en sus 780 metros cuadrados.
Cuando los diseñadores Van Geest y Rob Doyle dieron en llamar Domus a su nueva y flamante creación sabían muy bien de que estaban hablando. Domus, en latín, significa casa, y eso es exactamente lo que supone el exclusivo yate que acaban de idear. Un hogar. Se trata de una espectacular embarcación de 40 metros de eslora y de hasta 780 metros cuadrados de superficie habitable.
Antes incluso que su increíble tamaño, de Domus llama la atención su impresionante silencio. Entregada por completo al respeto al medio ambiente y alineada indudablemente con la obligada sostenibilidad, la embarcación presenta una combinación de energía solar, regeneración hidráulica y celdas de combustible de hidrógeno, que le dan al concepto un alcance ilimitado con cero emisiones. Y todo ello, navegando a una velocidad sostenida de 20 nudos.
Sus tres proas sirven para minusvalorar el efecto del viento y constituyen uno de los elementos aerodinámicos más sobresalientes de un yate en el que, según aseguran desde Van Geest Design, “un invitado a bordo experimentará un nivel de comodidad en marcha, muy superior a cualquier monocasco de vela o motor. Realmente creemos que este proyecto redefinirá lo que puede ser un superyate de vela multicasco”.
Y, si su planta exterior es espectacular, lo que esa estructura oculta en su interior no lo es menos. En absoluto. En sus casi 800 metros cuadrados, hay espacio para seis camarotes dobles de amplio tamaño, entre ellos, dos suites con salón incluido, además de una impresionante zona común que haría las delicias de cualquier hotel de altísima gama, pero con la ventaja de que estamos hablando de una embarcación en alta mar.
Domus dispone de una piscina climatizada, por aquello de que el agua del océano pueda estar más o menos fría, y también de una sala de cine, un gimnasio y hasta un spa para relajarse aún un poquito más. Todos los espacios internos conectan entre sí y con el exterior por arriba y los laterales. Y, para hacer amigos entre los invitados, nada mejor que una fabulosa terraza situada junto a la base de la vela donde recrearse con las maravillosas vistas que siempre ofrece el mar.
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