lujo
Recorremos los clubs privados preferidos por la élite y la alta sociedad de todo el mundo
Dentro de estos lugares, las principales actividades se basan en las relaciones interpersonales con personas en las mismas condiciones y estatus social.
Aparte de las bondades que estos lugares ofrecen, también hay organizaciones que tienen contenidos y beneficios más amplios a sus miembros, quienes incluso pueden contar con un servicio exclusivo de asistencia personal para sus gestiones de negocios, trámites y otras diligencias personales o empresariales, que serán ejecutadas por terceros y así el socio pueda disfrutar más tiempo de las actividades programadas en el club o de un día de completo de relax, tranquilidad y esparcimiento.
Hay clubs que por su exclusividad y características son restringidos y permiten solo un determinado número de miembros, otros un poco más flexibles, ofrecen sus servicios a un número más amplio, pero por supuesto, bajo un criterio de selección exclusivo y clasificatorio, todo bajo la premisa de brindar un servicio de lujo, eficiencia y discreción, pero sobre todo garantía y distinción.
La mayoría de estos centros de reuniones funcionan desde la recomendación de sus miembros a los nuevos afiliados, y aunque es uno de los pasos previos, una investigación exhaustiva sobre el estilo de vida, sociabilidad e historial económico son factores que influyen para adquirir acciones y formar parte de estos.
Sin embargo, aunque una persona o familia tengan un poder adquisitivo alto y desahogado, este factor no es el principal a tomar en cuenta por los directivos de muchos clubs, quienes solicitan además de esto un historial de hechos sociales, recomendaciones y membresía de otros sitios.
Lugares de residencia, tiempo dentro del entorno social y actividades relacionadas con la convivencia, estilo de vida, referencias, ocupaciones laborales y fuentes de ingresos, entre otros, son factores primordiales a tomar en cuenta por los analistas y directivos de los clubs privados.
Muchos clubs sociales no necesitan de una publicidad extensa, donde por el contrario, la afiliación de sus miembros se hace bajo una estricta confidencialidad y discreción. Otros si ofrecen sus beneficios por medio de sistemas publicitarios, donde la competencia sobre cuál ofrece el mejor disfrute salta a la vista.
Dentro de estos lugares, las principales actividades se basan en las relaciones interpersonales con personas en las mismas condiciones y estatus social. En estos centros sus instalaciones cuentan con servicios exclusivos de actividades deportivas, recreacionales, gastronómicas... En definitiva, sociales.
En muchos casos, la exclusividad no la otorga el número de afiliados, sino el estatus y posición social de sus miembros, lo que obviamente le otorga categoría. Desde figuras de la realeza, inversionistas privados, personas ligadas a la alta sociedad, hasta empresarios, banqueros y presidentes, los clubs encierran un concepto que data de siglos de antigüedad y que hoy en día continúan manteniendo vigencia y exclusividad.
Mientras existen clubs que muchas personas no conocen, ya que son extremadamente discretos y privados, existen otros cuya fama los convierte en centros de atención, principalmente por la importancia y el prestigio que da entrar a sus instalaciones.
The Giga Society es uno de estos centros donde predomina la coeficiencia intelectual, el lujo y la clase social. El Cercle de Lorraine, en Bélgica, donde predominan personas con amplio conocimiento del mundo económico europeo y personas de la realeza. The Hurlingham Club, en Londres, donde impresionan sus reglas de inscripción y la membresía, ya que hay que esperar en promedio 15 años para que un miembro deje su membresía y otros 15 para ser tomado en cuenta y poder ingresar. El Core, en Nueva York, lugar exclusivo para personalidades importantes y del que son miembros personas como Jerry Yang, Kenneth Cole y figuras del medio audiovisual. Capital Club en Dubai, uno de los más famosos está ubicado en el centro financiero
También destacan Roppongi Hills Club, en Tokio, que sobresale por su lugar privilegiado situado a 250 metros de altura. El club tiene una panorámica de la ciudad impresionante y hermosa. En él hacen cita líderes políticos, embajadores y hombres ligados al mundo de los negocios.
The Club at the Ivy, en Londres, uno de los lugares preferidos por figuras reconocidas y artistas, que le han dado fama de ser uno de los mejores y del que solo entrar es visto como un logro personal.
Y por supuesto el más discreto y difícil para afiliar, el Club Privado de Iluxury, que cuenta con un servicio exclusivo de executive assistance que se encarga de las ocupaciones más importantes de sus miembros, para que estos tengan más tiempo libre en el disfrute del club. Contratación de vuelos, alquiler de vehículos de lujo, responder o enviar correos, recoger los trajes en la tintorería y hasta comprar obsequios para los familiares, son parte de los servicios con los que cuenta el lugar, todo bajo un estricto sistema de confiabilidad, discreción y seguridad.
En los próximos tiempos, la seguridad y el bienestar serán factores importantes dentro de los cambios vertiginosos que año tras año ocurren en el mundo, por lo que la inversión en un club recreativo y privado sigue siendo una de las opciones más rentables y beneficiosas del mundo de la exclusividad, el lujo y la sociabilidad.
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