Transporte
Vallehermoso, el embudo de Chamberí
La reducción de un carril para ganar plazas de aparcamiento en una vía que soporta una intensidad de tráfico de 8.700 vehículos diarios aumenta los atascos en el barrio de Gaztambide.
La reducción de un carril para ganar plazas de aparcamiento en una vía que soporta una intensidad de tráfico de 8.700 vehículos diarios aumenta los atascos en el barrio de Gaztambide.
Apenas 48 horas después de que el Ayuntamiento iniciara las labores de reordenación del tráfico en la calle Vallehermoso y redujera a un carril la circulación de vehículos, los vecinos ya alertan de que esta calle del barrio de Gaztambide se ha convertido en un embudo más dentro del distrito de Chamberí. Operarios municipales han estado repintando la zona durante las últimas tres noches para ganar más plazas de residentes –que pasarán de aparcar en batería a hacerlo en línea– y ya han comenzado, aseguran, los primeros problemas para los conductores.
El informe de intensidad media diaria de esta calle elaborado por el Consistorio de la capital en 2013 cifraba en 8.710 el número de vehículos que la recorrían hasta ahora, con dos carriles para la circulación. Los datos, muy inferiores a los de otras calles de este barrio con similar recorrido y sentido, como Blasco de Garay (que acumuló en los cuatro tramos en los que se analizó, según los datos del Portal Abierto, 35.440 vehículos en el mismo periodo de estudio), no están impidiendo, explican los residentes de la zona, que en apenas dos días ya se note un aumento de los atascos.
«Aquí es imposible parar, cada vez que lo hace un taxi para que un cliente suba o baje se para el tráfico de toda la calle», se lamentaba ayer María, vecina de Vallehermoso. Otro residente apuntaba como principal causa de los nuevos embotellamientos en esta calle a una práctica que es ilegal pero muy habitual en esta vía como es la carga y descarga en segunda fila. Hasta ahora los camiones de reparto paraban el tiempo que necesitaran para llevar a cabo su labor y no impedían el paso de otros vehículos con esta irregularidad. Ahora hacer esto será imposible y tendrán que esperar a que haya espacio en las zonas de la calle destinadas a carga y descarga de mercancías sin poder parar para esperar su turno, explican. «Ahora se forman atascos cada vez que alguien aparca en segunda fila, antes, cuando esto sucedía, la circulación podía continuar en el segundo carril que ahora se han cargado», aseguran los residentes que subrayan el importante volumen de tráfico de esta calle.
Salir de las plazas de aparcamiento, según los afectados, también puede suponer una práctica peligrosa si los vehículos que vayan circulando lo hacen más rápido de lo permitido ya que hay que sacar los coches marcha atrás como ocurre en otras muchas vías de la capital. Este es un punto en el que ya han pensado los responsables de Movilidad, por eso, han reducido a 30 kilómetros hora la velocidad máxima a la que se podrá conducir en esta vía entre Alberto Aguilera y la avenida de Filipinas. «Se ha improvisado la reducción a un carril, sin tener en cuenta realidad de la calle», denunció a través de su cuenta de Twitter el concejal del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Pedro Corral. «Lo ha bordado Carmena con el nuevo carril bici de los bulevares. 40 minutos atascado ahí. ¿Bicis? Cero», se quejaba ayer un conductor.
A finales de abril el Ayuntamiento de Madrid comenzó las obras para conectar las calles Santa Engracia y Pintor Rosales con un carril bici. Unos trabajos que eliminan también en estos puntos un carril al tráfico tradicional. En el caso de Vallehermoso, en el que las obras se están llevando a cabo sin llevar a cabo cortes al tráfico, la reducción de un carril se producirá entre Alberto Aguilera y Cea Bermúdez.
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