La investigación sobre el «caso amianto» en Metro ya está en marcha. Si el pasado martes la Policía Judicial inspeccionaba las cocheras de Laguna y Cuatro Vientos en compañía de personal de la empresa para llevar a cabo las diligencias necesarias en la investigación abierta por la Fiscalía a petición de la Inspección de Trabajo –tomaron fotografías de los vehículos auxiliares–, ayer los agentes trataron de ponerse en contacto con compañeros del único caso de trabajador enfermo por amianto confirmado por la empresa. Querían conocer de primera mano las condiciones laborales y de seguridad que puso en marcha Metro para proteger a sus trabajadores del amianto pero no lo consiguieron. Por eso, según adelantaron fuentes policiales a Ep, cursarán citaciones formales para poder hablar con ellos en los próximos días.

En paralelo con la investigación judicial, la empresa ha continuado realizando exámenes de presencia de amianto a sus vehículos. El resultado de los mismos arrojaba ayer un saldo de 90 vagones de la serie 2000 (la más antigua) con piezas afectadas. En concreto, en las circulares que Metro remitió ayer a sus trabajadores reconoció la presencia del la sustancia perjudicial para la salud durante su manipulación en los contactores y en algunos elementos de su composición en los trenes de las series 2000 y 5000. También en algunos de la serie 6000 en los que las piezas afectadas por la presencia del fibras del mineral tóxico ha quedado señalizada con un indicativo de color rojo en el que puede leerse: «Atención contiene amianto, respirar el polvo de amianto es peligroso para la salud». Asimismo Metro informó a su plantilla a través de estas circulares que en las inspecciones a los trenes de la serie 8000 la compañía no ha encontrado ningún disyuntor que contenga cámaras apagachispas con amianto. Tampoco en los de la 5000.

Fuentes sindicales informaron ayer a LA RAZÓN que habían mantenido una reunión con el consejero delegado de Metro, Borja Carabante, que se comprometió a citarles de nuevo próximamente para presentarles el plan de desamiantado que seguirá la empresa así como sus plazos previstos de ejecución.

CCOO, UGT, Solidaridad Obrera y el sindicato Cobas han convocado paros de tres horas para cada turno de trabajo por el 8-M.