Elecciones 24-M
La nueva política: «¡Hijo de puta, fuera ladrones de las instituciones!»
Ediles de PP y Ciudadanos denuncian amenazas por parte de los seguidores de Ahora Madrid que se congregaron en los alrededores de Cibeles durante la sesión de investidura.
Vítores y aplausos cada vez que se leía el nombre de Manuela Carmena y el efecto contrario, abucheos y pitos, cuando el apoyo era para la candidata del PP a la alcaldía del Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre. La ubicación donde se produjo el pasado sábado esta escena no fue ningún estadio de fútbol, sino el patio de cristales de Cibeles, donde algo más de cien personas vivieron como un auténtico derbi la sesión de investidura de la nueva alcaldesa desde las pantallas que el consistorio habilitó para ello en la zona común del Palacio de Telecomunicaciones. Voto a voto, el Pleno se vivió también con especial intensidad en la calle Montalbán, donde se encuentra la puerta trasera del Ayuntamiento de la capital. En este punto se congregaron varios centenares de ciudadanos que esperaron a la salida de Carmena y los ediles de Ahora Madrid para celebrar con ellos su triunfo en la capital. La jornada fue una fiesta: abrazos, bailes... La actitud cívica de muchos de los asistentes contrastó con la de unos pocos que pusieron la nota negra a la jornada de celebración. Porque, según denunciaron ayer varios concejales de la oposición, los simpatizantes de Ahora Madrid no sólo se apostaron en la sede municipal para arropar a sus representantes. La portavoz de Ciudadanos, Begoña Villacís, denunció a través de su cuenta de Twitter que fue víctima de «amenazas e insultos» por parte de algunos integrantes de estos grupos cuando se dispuso a abandonar la sede del Ayuntamiento de Madrid.
«Situaciones de odio y violencia totalitaria, como la vivida ayer, son intolerables en un Estado de Derecho y nuestro deber y responsabilidad es garantizar la democracia y la tolerancia en una sociedad cada vez más plural», manifestó la representante de C’s en la red social.
No sólo ella, sino que sus compañeros de formación fueron, según Villacís, asimismo víctimas de esta situación que también tuvo que padecer el número dos de Aguirre, Íñigo Henríquez de Luna. «Fuera ladrones de las instituciones» o «mafia», entre fuertes insultos, fueron algunos de los cánticos que los simpatizantes de Ahora Madrid apostados en Montalbán dirigieron también al edil del PP, que salió de Cibeles acompañado de su mujer y su hija. Alertados por lo que estaba ocurriendo, finalmente la mayoría de los concejales electos del Partido Popular, que también habían acudido acompañados de familiares a esta sesión, optaron por abandonar la sede municipal por la calle Alcalá para evitar cruzarse con estos grupos que sí recibieron con vítores a los representantes de Podemos, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, a Juan Carlos Monedero y al diputado de Izquierda Unida, Alberto Garzón, que pudieron darse un baño de masas.
«El cambio bien entendido parte del diálogo constructivo y la tolerancia, no del odio ni de la venganza, que sólo provocan más odio y destrucción», añadió en un comunicado la líder de Ciudadanos en la capital. «Nada ni nadie va a cohibirnos ni a impedirnos que cumplamos con el compromiso adquirido con los madrileños», puntualizaba ayer Villacís. El recibimiento a la portavoz de Ciudadanos contrastó con el que los manifestantes realizaron a Carmena, a la que muchos de ellos se avalanzaron para besar y darle mensajes de felicitación y apoyo.
Insultos también en Alcorcón
Los casos de insultos y amenazas a ediles de PP y Ciudadanos no fueron exclusivos del Ayuntamiento de Madrid. En la sesión de investidura de Alcorcón, el alcalde David Pérez (PP) y varios de sus concejales fueron increpados durante la celebración del Pleno el sábado por la mañana. En esta misma localidad algunos de los concejales de Ciudadanos, tal y como denunciaron ayer a través de Twitter, también recibieron insultos en la sede municipal.
El momento de mayor tensión se vivió durante el juramento del candidato del PP. Pitos e insultos por parte del público asistente a la sesión obligaron al presidente del Pleno a pedir «un poco de respeto y silencio» para continuar con el acto. También lo tuvo complicado Pérez para tomar la palabra en la sesión. «Quiero pedir a las personas que están intentando interrumpirme que me dejen hablar porque soy un partido elegido democráticamente como el resto», pidió el alcalde. Finalmente, el presidente del Pleno tuvo que pedir la intervención de la Policía para amonestar a dos personas que desde el público estaban interrumpiendo el normal desarrollo del acto.
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