Los vecinos del barrio de Russafa de Valencia tendrán 15.000 nuevos metros cuadrados sobre los que pasear. Así consta en el plan de reurbanización y revitalización que ayer presentó el Gobierno de Rita Barberá que, con los 23 millones del Plan Confianza de la Generalitat, ha previsto un lavado de imagen de la céntrica zona. Así, el proyecto implica pasar de los actuales 21.000 metros cuadrados peatonalizados a más de 34.000; la plantación de 400 árboles; la restitución del asfalto por uno más silencioso, la ampliación de las aceras, la reorganización del aparcamiento en superficie y el fomento del uso de la bicicleta, entre otros puntos.

El concejal de Urbanismo, Alfonso Novo, y el director general de Obras Públicas, Vicente Dómine, fueron los encargados de presentar un proyecto que persigue la mejora de la calidad de vida de los vecinos de Russafa, así como su dinamización económica por lo que respecta a la generación de empleo y su actividad comercial.

Se busca convertir la zona en un barrio verde y, de paso, continuar cambiando «la perspectiva que en un momento determinado se puede tener de apariencia de degradación».

La segunda fase del plan, que cuenta con un presupuesto de quince millones, que se inicia esta semana y se prolongará hasta agosto, prevé actuaciones sobre las calles Dénia y adyacentes, Sevilla, Cádiz entre Literato Azorín, Buenos Aires y Puerto Rico, Vivons y Pedro III El Grande. Una vez finalizada, comenzará la tercera y última fase que prevé cerrarse antes de las próximas Fallas.

En otro orden de cosas, Novo quiso dejar clara la postura del Ayuntamiento respecto a los terrenos sobre los que se levanta el nuevo estadio del Valencia C.F. No habrá dijo, trato de favor alguno con el club, y por lo tanto, no se le perdonará la deuda pendiente que éste tiene contraída con el Consistorio.

Al respecto, declaró que ambas partes siguen avanzando, «en la medida de lo posible», para cerrar el convenio que hará efectiva la permuta para que el suelo del nuevo Mestalla pase a manos del club deportivo. El Valencia, a cambio del solar de Cortes Valencianas y para compensar su valor, deberá entregar al Ayuntamiento, propietario del suelo, varias parcelas más 18 millones de euros.

«Y hasta que no se pague el último de los euros, ese campo y esa propiedad seguirá siendo municipal. Aquí no se regala nada», declaró en este sentido Novo quien, por otra parte, admitió que el retraso a la hora de hacer efectivo el trato se debe a la situación actual del club de fútbol, hoy en día en manos de Bankia. «Eso no ha ayudado».