Ribó reparte competencias de 47 áreas, pero no cede la vicealcaldía al PSPV

La organización del Ayuntamiento de Valencia se estructurará en torno a once áreas de gestión que coordinarán el alcalde, Joan Ribó, y diez concejales, que también serán tenientes de alcalde. Además de éstos, habrá un primer teniente de alcalde, que será el socialista Joan Calabuig, y un segundo teniente de alcalde, cargo que ocupará Jordi Peris, de València en Comú (ValC).

El nombre de los responsables de estas áreas se dará a conocer la próxima semana, aunque ya se sabe que el portavoz del Grupo Municipal Compromís, Pere Fuset, será el responsable del área de Fiestas.

Los socialistas, que logran el control de quince de las 47 áreas en las que se divide el nuevo Gobierno local, no consiguen, sin embargo, que Ribó reconozca a Calabuig como vicealcalde, una de las reivindicaciones que desde el inicio puso sobre la mesa de negociaciones el grupo municipal socialista.

No obstante, Calabuig afirmaba por la tarde que lo de la vicealcaldía era un «tema menor». «Lo más importante es el avance en la distribución de las áreas de gobierno, un tema cerrado, y hoy (por ayer) hemos desbloqueado la parte de las delegaciones».

Según explicó Ribó, las áreas están distribuidas de forma «transversal», para que dentro de las mismas estén presente al menos dos grupos. En las importantes estarán los tres partidos y en pocos casos, las más pequeñas, sólo uno. Insistió en que su intención es asegurar que un equipo de gobierno de tres formaciones funcione de «una manera homogénea y coordinada, y eso se notará en la eficacia del Ayuntamiento».

Él, por su parte, no sobrecarga su agenda a la espera de constituir equipo. Ayer, tras hacer público el reparto de competencias de las áreas entre el tripartito, asistía, en el marco de las jornadas «Valencia Vibrante», al debate en el que intervinieron el exalcalde Ricard Pérez Casado; el profesor Josep Vicent Boira; y el director del IVAM, José Miguel García Cortés.

Por la mañana, el nuevo alcalde remitía una carta a los funcionarios en los que compartía su voluntad «de abrir un tiempo nuevo en este Ayuntamiento».

El primer edil dirigió unas líneas a todos los trabajadores a los que hace cuatro años ya les solicitó su colaboración, al tiempo que se puso a su disposición para hacer todo lo que estuviera en su mano «en beneficio de la Administración y de la ciudadanía de Valencia». Según sus palabras, y conocedor del «esfuerzo diario y del trabajo, no siempre reconocido, pero en cualquier caso agradecido», aseguró que el reto más inmediato del nuevo gobierno será mejorar la calidad de la gestión diaria «para ofrecer un servicio cada vez más óptimo y trabajar por que la ciudadanía reconozca el esfuerzo realizado». También les animó a que propongan todo aquello que pueda mejorar la Administración como «conocedores profundos que son de ella», puesto que el alcalde y su equipo están «dispuestos a escuchar, dialogar y debatir».

Ayer fue también día de balances, pues, según fuentes municipales, más de 6.000 personas, entre vecinos y turistas, han visitado en los últimos tres días el balcón principal del Ayuntamiento y las dependencias municipales, desde que el alcalde ordenara la apertura de puertas a la ciudadanía.

Según constata el personal funcionario encargado de atender a los ciudadanos, el atractivo de acceder al balcón ha incrementado también las visitas a otros puntos de interés cultural del edificio, como el Museo Histórico Municipal, el Hemiciclo o el Salón de Cristal.