Valencia

Ribó impone más restricciones al tráfico privado en el centro de Valencia

El Carmen, Velluters y el Mercat tendrán más calles peatonales y menos plazas de aparcamiento

Plano de la zona afectada por las nuevas restricciones a los vehículos privados
Plano de la zona afectada por las nuevas restricciones a los vehículos privadoslarazon

El Ayuntamiento de Valencia ha llevado a cabo la cuarta reordenación de las calles del centro de la ciudad en apenas dos años. Esta última, que entrará en vigor mañana jueves, implica la prohibición de la circulación en gran parte del distrito de Ciutat Vella y la designación de nuevas zonas 20 (km/h) de preferencia peatonal, entre otros puntos que no tardaron en criticar desde los partidos de la oposición.

Según el concejal del grupo municipal popular Alberto Mendoza «esta nueva imposición del Gobierno de Joan Ribó va a ser sin duda otro nuevo error que irá parcheando sobre la marcha el concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, y que como en todo lo que hace, se hará a medias».

Sin embargo, según defendieron ayer desde esta Concejalía, el plan «refuerza el carácter residencial de los barrios de El Carme, El Pilar y El Mercat».

Tras las polémicas actuaciones del entorno de La Lonja y de la calle Serranos, la operación comprenderá ahora los barrios de El Carme, El Pilar y El Mercat, concretamente el área comprendida entre Blanqueries, por el norte; Guillem de Castro, por el oeste; la calle Guillem Sorolla, por el sur, y el entorno de las calles Serranos, Calatrava, Puríssima, Estamenyeria Vella y Ercilla por el este.

Siguiendo la dinámica de la actuación de Serranos, la operación consiste en el establecimiento de nuevos itinerarios de entrada y salida a las diferentes zona de Ciutat Vella. Estos canalizarán el tráfico de entrada desde la Ronda Interior hacia los domicilios, estacionamientos, comercios y espacios reservados de carga y descarga y dirigirán su salida hacia un punto próximo de la misma ronda, «evitando así el tráfico oportunista e innecesario».

A fin de impedir que se hable de nuevo de desavenencias entre los socios de Gobierno (los encontronazos entre los de Compromís y los socialistas son frecuentes), desde el Departamento de Grezzi aclararon que la operación «cuenta con el visto bueno de todos los servicios municipales afectados». Es más, aseguraron que el plan «se ha realizado atendiendo también a las entidades participantes en la sectorial de Ciutat Vella de la Mesa de la Movilidad de Valencia», cuando en ocasiones anteriores no se ha tenido en cuenta la opinión de los vecinos, según ellos mismos denunciaban.

Para frenar futuras críticas, el Ayuntamiento ha impreso 15.000 dípticos explicando los cambios que se están repartiendo en los buzones de la zona.

«Es cierto que esta operación se produce aquí muchas décadas después de que otras ciudades tomasen medidas parecidas para proteger su patrimonio, pero nunca es tarde para revertir esta situación y mejorar no solo nuestro entorno, sino también nuestra calidad de vida», defendió Grezzi.