Comunitat Valenciana
Benavent: «En Imelsa casi todos eran enchufados y ni siquiera iban a trabajar»
LA RAZÓN accede a la declaración de Marcos Benavent, «el yonki del dinero», que colabora con la Guardia Civil en el «caso Taula»
LA RAZÓN accede a la declaración de Marcos Benavent, «el yonki del dinero», que colabora con la Guardia Civil en el «caso Taula»: «En mis siete años de Imelsa habré contratado a 200 o 300 personas [...] La mayoría no hacía nada, ni siquiera iban por allí».
Marcos Benavent, ex gerente de la empresa pública Impulso Económico Local S.A., más conocida como Imelsa se ha convertido en el eje vertebrador de un enorme escándalo de corrupción política que fustiga día sí y día también al Partido Popular de Valencia con Rita Barbera y Alfonso Rus a la cabeza.
LA RAZÓN ha tenido acceso a la pieza del sumario conocida como la de los “Zombies”, pero ¿quiénes son esos “muertos vivientes”? Se trata de personas contratadas a dedo, que no se pasaban el tamiz de ningún proceso de selección como exige la Ley, y que ingresaban un sueldo a final de mes, pero que jamás se dejaron ver por las oficinas.
«La mayoría no hacía nada, ni siquiera iba»
Nunca trabajaron en Imelsa. Así lo ha reconocido el ex gerente de la empresa Benavent en sus múltiples y prolongadas declaraciones ante los investigadores y el juez de instrucción: “En mis siete años de Imelsa habré contratado a 200 o 300 personas. Esta empresa pública nutría de trabajadores a muchos departamentos de la Diputación de Valencia. Es el caso de los departamentos de prensa, protocolo, presidencia o los secretarios y secretarias de los diputados. Todos estos trabajadores eran enchufados. La mayoría no hacía nada, ni siquiera iban por allí. Mi cargo de gerente me otorgaba todos los poderes para despedir y contratar. Me encargaba de organizar todos los trámites administrativos para realizar esas contrataciones. Los procesos de contratación están sujetos a la Ley pero no se respetaban ningunos de los principios de igualdad, mérito, capacidad y publicidad. No había ninguna oferta de empleo público ni proceso de selección. Te daban un currículum y había que encajarlo como fuera. Pagábamos sueldos a personas que no desempeñaban trabajo alguno, tan sólo para satisfacer favores personales. Todos me los pedían directamente a mí”.
Es la siguiente frase de su confesión la que hace saltar por los aires la idea de que la corrupción sólo afecta al PP. Muy al contrario, la corrupción es trasversal y afecta a todas las siglas y partidos políticos.
Favores a PP, PSPV, Compromís, sindicatos...
Según Benavent: “Las personas que me solicitaron esos favores para que contratase a determinadas personas fueron: Alfonso Rus, Presidente Provincial del PP de Valencia; José Manuel Orengo, alcalde y portavoz del PSPV-PSOE en la Diputación de Valencia; Emili Altur, diputado provincial de Compromis y consejero de Imelsa; Rosa Pérez, diputada provincial de IUPV y también consejera en la empresa; Rubén Estornell, Secretario General de la sección sindical de UGT en Imelsa y Ruth López, del sindicato CSIF, entre otros”.
La acusación soliviantó a Rosa Pérez que en Espejo Público llamó “mentiroso” a Benavent y recordó que “aunque esté colaborando con la justicia se trata de un delincuente”. Sin embargo, Ruben Estornell, de UGT, presentó a última hora de ayer su dimisión y afirmó: “Tomo esta decisión por coherencia con mis principios democráticos. Ahora me toca centrarme en demostrar mi inocencia”.
En Imelsa las reglas no sólo se las saltaban a la hora de contratar, también cuando se daba por concluida una relación laboral. “El primer mes de entrar despedí a unas 70 u 80 personas por el exceso de personal que había. Teníamos un criterio basado en la máxima indemnización porque ya que se les despedía... En los documentos de esos despidos, bajo el epígrafe "Otras causas de baja", se englobaban distintos criterios. Era un cajón de sastre para el personal enchufado, para el personal del partido, para evitar poner problemas con el alcohol o con drogas”.
El padre del delegado sindical de UGT
Uno de esos casos de despido llama poderosamente la atención. Se trata de Honorio, el padre de Ruben Estornell, delegado sindical de la UGT. Según un informe de la Guardia Civil que consta en la causa: “Esta persona terminó su relación contractual con Imelsa, según la Tesorería General de la Seguridad Social, el 1 de enero de 2008 y recibe en ese año 2008 y por ese único día de trabajo 37.607,64 euros”. Lo que quiere decir que por quedarse en su casa, ya que el 1 de enero es festivo en toda España, se embolsó casi 40.000 euros. “Además, su liquidación por el tiempo trabajado en la empresa se calculó de 72.251,72 euros, casi triplicando lo que le correspondería por Ley en caso de despido improcedente”.
Hay otros casos llamativos incluidos en la pieza de los “zombies” y que narra el propio Benavent: “Un futbolista del Olímpico de Xática –club que dirigía Alfonso Rus, presidente de la diputación de Valencia- Miguel Ángel Mullor, que jugaba de medio, fue contratado por mÍ para trabajar en Imelsa, pero nunca desempeñó trabajo alguno”. Los investigadores creen que la empresa pública pagaba su sueldo de centrocampista.
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