«El sacrificio y la movilización más grande no han llegado», avisa Comín desde Bruselas.

«La manifestación de ayer es mucho más que medio millón de catalanes en la calle. Ya no vale ir atrás». Así resumió Quim Torra el estado de ánimo de gran parte del independentismo tras la manifestación que organizaron las entidades, la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium, contra el juicio del «procés» el sábado en las calles de Barcelona.

Una protesta que sirvió al soberanismo para renovar su desafío y presionar al Tribunal Supremo coincidiendo con el inicio de la vista oral ylas declaraciones del líder de ERC y ex vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, y del ex titular de Interior, Joaquim Forn. «Supuso un cambio de actitud de los catalanes. Volvemos a sonreír. A raíz de la manifestación de ayer [por el sábado] he decidido borrar la palabra ‘endarrere’ (atrás). Ya no vale ir hacia atrás, borremos esta palabra del diccionario», aseguró el president obviando la cifra dada por la Guardia Urbana (200.000 asistentes) y citando sólo el medio millón de la ANC y Òmnium.

«Vuelvo a reivindicar que no se puede gobernar contra Cataluña», reiteró e una visita a Sabadell, donde presidió el acto de inicio del Any de la Colla de Sabadell.

En la misma línea se expresó el independentismo desde Bruselas, en concreto el ex titular de Salud, Toni Comín. «Preparémonos psicológicamente, porque el sacrificio, la movilización y el compromiso más grande no han llegado», aseguró antes de denunciar que el juicio a los líderes del «procés» es una «farsa».

Un cambio de tono a raíz de la protesta del sábado que ya antició la portavoz del Ejecutivo, Elsa Artadi, desde la propia manifestación. La titular de Presidencia acusó al Estado de ser «franquista», «corrupto» y «autoritario» por «reprimir a la disidencia política», y al presidente del Parlamento Europeo (PE), Antonio Tajani, de ser «una vergüenza» por impedir por seguridad la conferencia prevista por carles Puigdemont y el propio Torra.

De hecho, el president de la Generalitat tiene la intención de desplazarse hoy mismo a la capital belga, donde se reunirá con Puigdemont en la autodenominada «casa de la República». Por la tarde, ambos pronunciarán la conferencia «Catalonia and the trial on the referendum: a challenge for the EU» en un ligar indeterminado, que el Ejecutivo catalán aún no ha desvelado.

«Mientras pueda salir por todo el mundo –y lo haré el lunes en Bruselas también aunque no nos dejen entrar en el Parlamento Europeo, pero lo haremos en Bruselas–, iremos a denunciar a donde sea esta causa represiva», ha advertido el president este fin de semana.