Cataluña
Seis muertos más este verano en las carreteras
La cifra de accidentes con fallecidos es la más baja de la historia
La cifra de accidentes con fallecidos es la más baja de la historia.
Las víctimas mortales en las carreteras catalanas este verano han aumentado respecto al mismo periodo del año pasado, al pasar de 37 a 43, pese a que la cifra anual de accidentes con muertos y heridos graves hasta la fecha es la más baja de la historia, con 107 muertos, una reducción del 3,6 por ciento respecto a 2016 y del 38,2 por ciento respecto a 2010.
Lo anunció ayer la directora del Servei Català de Trànsit (SCT), Eugenia Domènech, que presentó el balance de siniestralidad vial en Cataluña del verano de 2017, acompañada del jefe de Comisaría General de Movilidad de los Mossos d’Esquadra, Miquel Esquius.
Domènech lamentó el incremento de víctimas mortales respecto al verano del año pasado y se mostró optimista con los datos anuales, aunque recordó que el objetivo es que no haya víctimas. «Estamos consiguiendo una reducción de la accidentalidad y de las víctimas, el objetivo marcado; pero tenemos marcado un horizonte de víctimas cero», dijo.
Por demarcaciones, en Barcelona aumentó la siniestralidad, al pasar de 9 a 16 víctimas este verano respecto al año pasado, igual que en Lleida, que también presenta datos negativos, mientras que en Girona y Tarragona hubo una reducción de accidentes y víctimas mortales.
El período analizado es el comprendido entre el 21 de junio y el 11 de septiembre, en el cual este año se han producido 36 accidentes, uno más que el año pasado, de manera que han aumentado más las víctimas mortales que el número de accidentes, algo que se explica por el aumento de los accidentes «multivíctimas» y las colisiones frontales.
De las 43 personas que fallecieron en las carreteras catalanas, 28 personas iban en vehículo ligero, diez con motocicleta –dos menos que en 2016–, cuatro en bici y uno a pie; una tercera parte de los accidentes se produjeron en fines de semana y el mes de julio tuvo la mayor mortalidad, ya que se saldó con 26 personas fallecidas, nueve de ellas en cuatro accidentes.
Domènech lamentó el aumento de colisiones frontales, que pasaron de seis en el verano de 2016 a 15 en el de 2017, unas cifras que Esquius atribuyó mayoritariamente a maniobras antirreglamentarias, además de somnolencia o mala interpretación de la vía.
Sobre si hubo alguna vía que haya concentrado accidentes, Domènech indicó que la accidentalidad fue «dispersa» porque se produjo en varias carreteras, y explicó que la movilidad aumentó un 4 por ciento respecto el verano anterior, pese a que los cuatro días después de los atentados en Barcelona y Cambrils se redujera un 11 por ciento. El SCT lanzará tres anuncios de la campaña «Visión cero», en los que se pone énfasis a la familia y los amigos. «Hacer nuestras las víctimas para reducir la siniestralidad en la carretera».