Después de que la vicepresidenta de la Comisión Europea (CE), Viviane Reding, advirtiera de que un hipotético Estado catalán quedaría automática fuera de la UE, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, se dirigió ayer a la dirigente comunitaria, con quien coincidió en la inauguración de la remodelación del hospital de Sant Pau, para implorarle que perciba a Cataluña como «un aliado muy bueno» para construir la Europa del futuro.

Los nacionalistas catalanes buscan desde hace meses el amparo o la mediación de la UE para forzar al Gobierno a mover ficha y abrir conversaciones sobre la consulta soberanista. De momento no ha tenido éxito alguno porque Reding únicamente ha pedido al Gobierno que haya diálogo para mantener «España unida dentro de una Europa federal». Su única concesión a Mas fue pedir que este diálogo se produzca «sin líneas rojas y con mentalidad abierta», algo que los soberanistas han considerado como un pequeño triunfo puesto que Mariano Rajoy ha dejado claro que no aceptará conversaciones centradas en la consecución de un referéndum separatista.

Desde Lisboa, el conseller de la Presidencia y portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, también se dirigió a las autoridades europeas en busca de su auxilio y quiso confiar en que la UE «sabrá encontrar una solución». «Si en Cataluña la mayoría se expresa y apoya pacíficamente tener un Estado propio, en la UE se sabrá encontrar una solución política. Porque no encontrarla querría decir que lo expresado democráticamente no tiene recorrido en la UE, y eso supondría el fin del modelo de la UE como ejemplo de integración de los pueblos», afirmó en el transcurso de una conferencia centrada en el proceso político en Cataluña.

En todo caso, tanto el Govern como Convergència subrayaron que no hay marcha atrás en el proceso del derecho a decidir.

¿Vía abierta?

La concreción del diálogo entre Gobierno y Generalitat sigue siendo un gran interrogante y difícilmente se producirá antes de las elecciones europeas. Sin embargo, el conseller de Interior, Ramon Espadaler, dio a entender ayer que es posible que las conversaciones se reanuden. «Parece que de una manera u otra han entendido que alguna cosa se tiene que hacer, por escasa que sea, ya veremos si se hace, que sería un buen señal que hubiera algún movimiento, porque querría decir que en la otra parte habrá alguien capaz de entender alguna cosa, aunque por ahora no parece que se note nada», afirmó en declaraciones a Catalunya Ràdio.

Por su parte, la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, matizó que el diálogo entre Gobierno y Generalitat puede producirse aunque para ello es imprescindible que se produzca «la rectificación de Mas para hablar de lo posible para Cataluña, la reforma de la financiación, pero no de lo que es imposible, de la soberanía de toda España, sobre lo que no habrá diálogo en ningún caso». Es decir que es difícil que la vía esté abierta.