Los Mossos d'Esquadra reaccionaron ayer airados al anuncio que realizó el martes el conseller de Interior, Ramon Espadaler, de apartar a seis agentes y a un cabo por haber confesado que sí que estaban el 14–N en la zona del paseo de Gràcia donde Ester Quintana aseguró haber perdido un ojo por culpa del impacto de una pelota de goma disparada por los antidisturbios.

El Sindicat de Policies de Catalunya (SPC) acusó a Interior de «no respetar la presunción de inocencia». A su juicio, «esta es la premisa de actuación permanente de la dirección general de la Policia cuando se encarga una investigación».

Espadaler afirmó que los agentes pertenecientes a la furgoneta Dragó 414 de los antidisturbios han confesado esta semana, ocho meses después de los hechos, que estuvieron en el lugar donde Quintana denunció el impacto. En ese momento el conseller de Interior era Felip Puig, y siempre negó que se hubieran disparado pelotas de goma. Sí que admitió el lanzamiento de salvas, que no contienen proyectiles.

El portavoz de SPC, David Miquel, pidió la dimisión de Espadaler por «un ataque directo a nuestra credibilidad, o no se entera o no controla a los Mossos».

Por su parte, el portavoz de Mossos de UGT, Valentí Anadón, dijo que Interior «nunca ha interrogado a estos siete agentes, ni tampoco han ido a un juzgado». En la misma línea, y desde el sindicato SME–CC OO, su portavoz Toni Castejón consideró que «esto es una vergüenza» porque «todavía hay una información reservada abierta».

Un vídeo grabado por las cámaras de seguridad de una entidad bancaria corrobora la versión que dio Quintana sobre la ruta que siguió el 14–N, en los momentos antes de perder un ojo, por el impacto de una pelota de goma.