Los críticos del PSC no aflojan

El PSC reúne hoy a su consejo nacional subido en el Dragon Khan que el órdago soberanista le ha provocado. La dirección buscará cerrar filas con los sectores críticos, que consideran insuficientes los resultados que está obteniendo Pere Navarro con el PSOE, pero no a cualquier precio. El encuentro ha sido convocado queriendo limar asperezas y con afán de buscar la unidad, aunque la dirección tampoco está dispuesta a callarse los envites de los críticos, cuya disconformidad por los acuerdos adoptados con el PSOE airean de todas las maneras posibles.

El portavoz del partido en el Parlament, Maurici Lucena, avisó ayer que los platos se lavan en casa y de puertas adentro. En los últimos días, los críticos han apretado a la dirección del PSC defendiendo unos postulados que, en la práctica, supondrían la ruptura total con el PSOE. «El malestar se produce cuando ves que hay personas que tienen una tendencia acentuada a, con independencia de lo que el partido decide mayoritariamente, explicar si lo que piensan coincide con lo que el partido decide o no. Y eso, en una organización, en una empresa, en una familia o en un partido a veces puede crear un poco de perturbación», denunció Lucena.

La dirección pide a los críticos que dejen de lado las convocatorias en las que se pone de manifiesto que el partido no es una balsa de aceite. Ayer mismo tuvo lugar un acto del movimiento crítico Avancem, que culminaba una semana en la que la cúpula se ha tenido que desayunar también con un manifiesto contra la Declaración de Granada que ven insuficiente para las aspiraciones catalanas la propuesta federal del PSOE, y la entrada en escena de Agrupament Socialista en los capuchinos de Sarrià.

Joan Ignasi Elena, líder de Avancem, evitó las críticas a la dirección del PSC, pero avisó a los suyos que la consulta «más tarde o más temprano» será «una realidad» porque «lo quiere el 80 por ciento de catalanes». Elena defendió alinearse con ERC y el resto de fuerzas y movimientos de izquierda a favor del derecho a decidir. «Cataluña necesita una alternativa y pedimos a todos los partidos políticos, especialmente a ERC y los independentistas que, más allá del resultado del derecho a decidir, hay que pensar qué modelo de país queremos», añadió el diputado.

Al acto de este movimiento fueron, entre otros, las diputadas Marina Geli y Núria Ventura, la ex consellera Monterrat Tura o el líder del PSC en el Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Martí, así como la gerundense Pia Bosch. Muchos de ellos también firman el manifiesto contra el modelo territorial que los socialistas pactaron en Granada –y en la práctica primer documento público que distintas voces conocidas del partido firman desde el congreso de diciembre de 2011– la pasada semana. Para nombres como el ex conseller Joaquim Nadal o los ex diputados Toni Comín y Laia Bonet, se han dado «pasos insuficientes y hay carencias relevantes».

Está por ver el encaje que sus peticiones –desde un trato bilateral con el Estado, una hacienda propia para todos los impuestos en Cataluña, o que una supuesta Constitución federal ampare la convocatoria de una consulta de autodeterminación– tienen con una cúpula que viene de un tour de fource con el PSOE o si este 30 por ciento del partido seguirá ejerciendo de verso libre en un PSC cada vez más hundido en las encuestas.