Arte, Cultura y Espectáculos
La variedad del placer
La Galería Marc Domènech presenta en una exposición antológica obras de Picasso, Miró o Saura
Verano es un buen momento para hacer balance, para reflexionar sobre todo lo que se ha hecho a lo largo de este curso. Y eso es algo que incluso puede aplicarse a las galerías de arte de Barcelona.
Verano es un buen momento para hacer balance, para reflexionar sobre todo lo que se ha hecho a lo largo de este curso. Y eso es algo que incluso puede aplicarse a las galerías de arte de Barcelona que pueden explorar en sus fondos y rescatar algunas piezas que forman parte de sus colecciones, ya sean porque han pasado por alguna de las exposiciones de la temporada o porque forman parte de su exquisito gabinete de maravillas desde hace tiempo.
Si tienen la oportunidad de acercarse a la Galería Marc Domènech, en Barcelona, podrán disfrutar de una exposición única, un paseo por los grandes maestros de las vanguardias artísticas del siglo XX. Es este espacio podemos ver juntos a Picasso, Miró, Saura, Tàpies, Domínguez, Masson o Gris como el conjunto fuera algo parecido a un gran museo de arte moderno en pequeño formato.
Y es que algunas de estas piezas son precisamente en pequeño formato. Ese el caso de un bodegón de Juan Gris, una fantástica obra en pastel en la que surge el gran dibujante que fue este artista. Con pocos y sencillos trazos, Gris construye las formas cubistas de una copa y una pipa en una bandeja. La pieza tiene su origen la mítica Galerie Louise Leiris de París, aquel espacio que fue dirigido por Daniel-Henry Kahnweiler, el marchante que representó a Juan Gris y, especialmente, Pablo Picasso.
Precisamente del genio malagueño podemos ver un hermoso dibujo, un divertido rostro de hombre realizado con ceras. Es el Picasso dibujante, el hombre que sabe meterse en el bolsillo al espectador con unos pocos, pero firmes trazos. Es muy probable que en este dibujo, una elaboradísima dedicatoria, el autor de «Las señoritas de Aviñón» quiera jugar con la persona que tenía delante en el momento de hacer la pieza. Seguro que el retratado adivina la traviesa intención de plasmarlo para la eternidad, algo que Picasso capta al dibujar la sonrisa del personaje. La obra de la Galería Marc Domènech está dedicada a Monsieur Massier. ¿Quién es este Massier? Puede que sea un miembro de la saga de ceramistas que residía en Vallauris, muy cerca de la villa del pintor malagueño, el receptor de la maravillosa dedicatoria.
Otra joya de la exposición viene firmada por André Masson. Es «Pelea de pájaros», un pastel de 1940, un buen ejemplo de la riqueza creativa de Masson. Este trabajo es de un año decisivo en la vida del artista, el momento en el que se traslada a Martinica para mudarse posteriormente a Nueva York. Es durante este periodo en la ciudad de los rascacielos que el pintor opta por introducir la naturaleza en buena parte de sus composiciones, como es el caso. Asimismo el André Masson neoyorquino será una gran influencia para el conjunto de jóvenes talentos del momento, los del expresionismo abstracto, como Jackson Pollock, que no dudarán en hacerlo su maestro.
De vuelta por tierras catalanas, en la exposición destaca un composición de Antoni Tàpies titulada «Ondulacions blaves». Este acrílico sobre madera de 1971 poco tiene que ver con el expresionista abstracto que se movía en tonalidades oscuras. Los colores azul y marrón se apoderan de la obra para sorprendernos y dejarnos intuir la presencia de una figura femenina. Este Tàpies podría incluso interpretarse como una lectura moderna de «El origen del mundo», la célebre y controvertida pintura de Courbet.
Dónde: Galería Marc Domènech.
Passatge de Mercader, 12. Barcelona.
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