La CUP: «Seguiremos quemando»

El Govern dice que no le gusta esta protesta, pero añade que «en muchas democracias estos actos no son delito».

Sin lugar a dudas, la CUP se ha ganado por méritos propios la fama de gran agitadorde la política catalana. Y con grandes diferencias respecto a las otras dos formaciones independentistas, ERC y CDC. Mientras republicanos y convergentes tienden a las bravuconadas hasta que el Tribunal Constitucional o la administración de turno les llama la atención, el partido radical se crece. Así ha sucedido, una vez más, con la quema de fotos del Rey y de banderas de España, durante su propia manifestación de la Diada. La Fiscalía lo investigará y ellos, lejos de amilanarse, han inundado las redes sociales de mensajes antimonárquicos rescatando, incluso, viejas coplillas populares sobre los Borbones. Sus portavoces tampoco han sido menos. Seguirán «luchando» y «quemando». Mientras, desde la Generalitat, la consellera de Presidencia sacó ayer su traje de funambulista para transitar entre el respeto institucional a las banderas y la comprensión a los actos de la CUP.

En cualquier caso, la Fiscalía ya ha anunciado que investigará la quema de banderas españolas, fotos del rey Felipe VI y páginas de la Constitución durante la manifestación convocada por la izquierda independentista durante la Diada en Barcelona. Después de recibir un informe de los Mossos, el ministerio público ha abierto diligencias por un delito de injurias contra la Corona y las instituciones del Estado.

Durante la concentración, convocada entre otras organizaciones por la CUP con el lema «Desobediencia», decenas de personas quemaron, a cara descubierta, las fotos de Felipe VI y de la Constitución española. Poco antes, varios encapuchados habían quemado, también, banderas españolas y francesas. Los Mossos abrieron una investigación de oficio y la han dirigido a la Audiencia Nacional.

El ministerio público también investigará un tuit de la CUP de Barcelona en la que se hacía alusión al monarca: «Si el Rey quiere la corona, la corona le daremos. Que venga a Barcelona y el cuello le cortaremos». El diputado del partido radical, Benet Salellas, señaló al respecto que «en un país en el que el fuego forma parte de la cultura popular de forma tan clara, es un instrumento político que hemos utilizado muchas veces y continuaremos haciendo servir, porque queda clarísimamente encuadrado dentro de la libertad de expresión en lo que se entienden los estándares internacionales. «Seguimos reivindicando este tipo de actos –añadió–. La Diada del 11S fue una clarísima explosión democrática masiva, totalmente desatendida desde las instituciones del Estado. Es absolutamente lamentable que el Estado ignore las manifestaciones y la única respuesta sea otra vez solo Fiscalía y solo represión. Habla del carácter autoritario del Estado». Por ello, «continuaremos luchando, quemando y todo lo necesario para la libertad de nuestro pueblo», subrayó La concejal de la CUP en Barcelona, Maria Rovira, añadió: «Los catalanes no tenemos rey».

Tras al consejo ejecutivo de ayer, la portavoz del gobierno, Neus Munté, quiso constatar que «en democracias muy consolidadas, la quema de banderas no es constitutiva de delito», al tiempo que subrayaba que a ella personalmente no le gusta «la quema de banderas ni de retratos de ningún tipo». En este sentido, Munté añadió que «preferimos mil veces mirar, observar o haber participado en una manifestación cívica en la que no se produjo ningún tipo de incidente» en relación con la manifestación en Barcelona de la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural.