Jordi Jané repite al frente de la consellería de Interior, a la que llegó en junio pasado después de que Unió abandonara el ejecutivo, con el reto de potenciar a los Mossos d'Esquadra como "estructura de Estado"sin poner en riesgo la colaboración con el Ministerio de Interior en materia antiyihadista.

Tras una dilatada trayectoria como diputado de CiU en el Congreso, Jané, nacido en 1963 en L'Arboç (Tarragona), fue nombrado conseller de Interior en junio pasado, cuando el expresidente Artur Mas tuvo que remodelar su ejecutivo para cubrir las dimisiones de sus antiguos socios de Unió, contrarios a la hoja de ruta soberanista.

En tan solo siete meses en el departamento, Jané pudo recomponer las relaciones entre la consellería y el ministerio de Interior, que se habían roto en la etapa final del democristiano Ramon Espadaler, después de que los Mossos denunciaran a la Policía Nacional por un supuesto chivatazo a una célula yihadista a la que estaban investigando, en una causa la Audiencia Nacional acabó archivando.

Jané, que en sus años en Madrid cultivó una buena relación personal con el ministro Jorge Fernández Díaz, dejó claro desde el primer día que su objetivo era que los Mossos d'Esquadra mantuvieran la máxima colaboración con las demás fuerzas de seguridad, aunque sin renunciar a reivindicar su papel como policía integral en Cataluña y como "estructura de Estado".

Tras los atentados de París del pasado 13 de noviembre, Jané acordó con Fernández Díaz que los Mossos d'Esquadra pudieran integrarse de manera estable, permanente y continuada en la mesa de valoración que evalúa el nivel de amenaza terrorista en España, una reivindicación de la cúpula de la policía catalana.

Una de las carpetas que todavía tiene sobre la mesa el conseller es precisamente acordar con el Ministerio de Interior cómo integrar a los Mossos d'Esquadra en el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), junto a CNI, Policía Nacional y Guardia Civil.

Abogado y máster en derecho comparado, Jané, casado y con dos hijos, ha imprimido en la compleja cartera de Interior su talante conciliador, que no ha abandonado en los momentos más complejos que ha tenido que lidiar, como cuando un mantero murió en Salou (Tarragona) en agosto pasado al saltar de un balcón cuando huía de una redada policial.

También ha propiciado el acuerdo para que la Generalitat indemnice con 260.931 euros, a través de su aseguradora, a Ester Quintana por la actuación policial en la que la mujer perdió un ojo en la huelga general del 14N del 2012, al recibir supuestamente el impacto de una pelota de goma, en un caso que está a punto de ir a juicio.

Sin estar encuadrado en el sector más nítidamente independentista de CDC, Jané, que fue miembro fundador de las juventudes del partido, también tendrá que aplicar en esta legislatura los compromisos adquiridos por Junts pel Sí en su hoja de ruta soberanista, que en materia de seguridad prevén entre otros que el Servicio Catalán de Tráfico pueda regular los permisos de conducir.

En materia de tráfico, que es una de sus grandes pasiones -fue presidente de la Comisión de Seguridad Vial del Congreso entre 2004 y 2008-, Jané también tendrá que adoptar medidas con urgencia para contener el repunte de los accidentes de tráfico, que en Cataluña han subido en 2015 por primera vez en la última década.