ERC salva a Espadaler de comparecer por el espionaje del Cesicat

BARCELONA-De un tiempo a esta parte, el pacto de gobierno entre CiU y ERC, al margen de regir el destino de Cataluña, también sirve para tapar bastantes vergüenzas. En su momento, ya sirvió para evitar que el president de la Generalitat, Artur Mas, se escapara de comparecer por el saqueo del Palau de la Música. Y ayer sucedió lo mismo. En esta ocasión, sin embargo, el beneficiado fue el conseller de Interior, Ramon Espadaler, que evitará dar explicaciones sobre la actividad del Centro de Seguridad de la Información de Cataluña (Cesicat), que entre 2012 y 2013 elaboró 50 informes sobre activistas sociales.

En la comisión de Interior del Parlament, el diputado del PP, Pere Calbó, presentó una solicitud, secundada por toda la oposición, para que Espadaler compareciera después de las pírricas explicaciones que la semana pasada dio su predecesor en el cargo. Felip Puig admitió el pasado viernes en una comparecencia en la cámara catalana que el Cesicat elaboró entre 2012 y 2013 unos 50 informes de seguimiento de personas y movimientos sociales por razones de «seguridad» y no «ideología», a petición de los Mossos d'Esquadra.

Calbó denunció que desde el Cesicat se ha hecho seguimiento a activistas en redes sociales por contenidos políticos, lo que cree que no es aceptable en un sistema democrático y criticó que ERC avale, con su voto, este tipo de prácticas.

Desde ERC, Oriol Amorós justificó su rechazo a la comparecencia de Espadaler alegando que el Cesicat depende del departamento de Empresa y que si hay algún elemento que puede afectar a Interior lo puede responder el propio Puig por la «responsabilidad compartida» que se da en el gobierno catalán. Lluís Guino (CiU), por su parte, aseguró que Puig dio en el Parlament «las explicaciones necesarias» sobre la cuestión, por lo que forzar ahora una nueva comparecencia sería una «reiteración».

Cañones de sonido

En la misma comisión, ERC también evitó que Espadaler tenga que dar explicaciones sobre el uso de cañones de sonido por parte de la unidad antidisturbios de los Mossos d'Esquadra, que los empleó por primera vez el pasado 17 de enero, ya que este método no se estudió como alternativo durante la comisión parlamentaria que prohibió las pelotas de goma. Esta solicitud, presentada por ICV, también contó con el apoyo de toda la oposición.