Barcelona
Colau alerta de los pactos de ERC y PSC con la derecha y se erige como la única candidata de izquierdas
Propone desplegar diez nuevos proyectos urbanísticos, entre ellos un ecodistrito en el Besòs, para hacer vivienda asequible
Propone desplegar diez nuevos proyectos urbanísticos, entre ellos un ecodistrito en el Besòs, para hacer vivienda asequible
Ada Colau es pícara y ha visto en la estrategia de la oposición para desbancarla un argumento con el que convencer a los ciudadanos de que ella es la mejor opción. La mejor opción para los progresistas, claro está. Y si se tiene en cuenta que desde la restauración de la democracia, a excepción de Xavier Trias en 2011, siempre han ganado opciones de izquierda, se puede decir que progresista es la mayoría de la ciudad. La alcaldesa vendió así el “todos contra Colau”, con el que el resto de partidos se estrenó en el arranque de campaña, avisando de que puede tener un efecto boomerang.
Si el candidato del PSC, Jaume Collboni, dice que pactará con Manuel Valls para descancar a los comunes de Barcelona, y el candidato de ERC, Ernest Maragall, se decanta por gobernar con los neoconvergentes, “el único voto que garantiza un ayuntamiento progresista en Barcelona es el de Barcelona en Comú”.
También es cierto que todas las encuestas dan resultados muy apretados. La ultima encuesta del CIS, da una ajustadísima victoria a Colau, casi un empate técnico cn ERC que la obliga a negociar. En una nueva escena con más candidatos que nunca, los partidos deberán aprender a dialogar y a pactar para sacar medidas de su programa electoral.
Colau necesitará socios para desplegar la política urbanística que ha pensado para aumentar el parque de vivienda pública y frenar “la especulación, la gentrificación y la expulsión de vecinos de Barcelona”. Su plan, dice que se contrapone al de Valls y Collboni, que apostarían por que la ciudad crezca en vertical, como Chicago o Singapur. Para respetar un modelo de ciudad mediterránea, defiende crecer en lugares estratégicos completando tejidos existentes. Estos lugares son diez. Dos, sobradamente conocidos: el barrio de La Marina y La Sagrera. Ambos proyectos se han recuperado este mandato, en el que Colau afirma que ha hecho un esfuerzo para identificar solares sobre los que poder construir vivienda asequible. Dice haber identificado 72 solares para hacer 4.500 viviendas. Además de espacios estratégicos.
Otro de estos diez espacios es el lecho del río Besós, en el Bon Pastor, el lugar elegido para su primer acto de campaña. Junto a la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, lanzó la propuesta de cubrir tramos de la ronda litoral sobre los que construir un ecodistrito. “Podríamos hacer vivienda de madera que se integre con el entorno”, lanzaron. Aunque la idea principal en este punto es que el barrio mire al río, como hace Santa Coloma y no le dé la espalda.
La plataforma para el zoo marítimo, que no se construirá, es otro espacio en el que propone levantar viviendas “no muy altas”. También junto al litoral, se estudia conectar el Poble Sec con el mar y el futuro barrio de la Marina a través de la zona de La Carbonera. No muy lejos, aprovechando que se acaba la concesión de Montjuïc a la Fira, quiere recuperar suelo para vivienda.
Los solares de la Zona Universitaria se pueden transformar en barrios. Colau huye de propuestas anteriores de construir un barrio especializado para apostar por la mixtura de usos.
Llegando a la montaña, en Penitents hay 4,5 hectáreas para pisos, verde y equipamientos, como se ha hecho en Vallcarca. Y aprovechando la cobertura de la ronda de Dalt, 7.000 m2 en Sant Genís y 7,3 hectáreas en los alrededores del Hospital Vall d’Hebron, donde además de equipamiento sanitario se pueden construir pisos asequibles.
Todavía no saben cuántos pisos asequibles se pueden ganar con estas hectáreas, pero sí que tienen la intención de construir 1.500 viviendas cada año.
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