Prohíbe nuevas aperturas. Tampoco habrá publicidad de ellas en la vía pública ni los buses municipales.

Las apuestas deportivas están creando serios problemas de adicción entre los jóvenes españoles. Según el Ministerio de Sanidad más de 200.000 chicos de entre 18 y 25 años lo hacen de forma rutinaria y Proyecto Hombre lleva tiempo alertando de que incluso atienden a menores de edad por su ludopatía con las apuestas. La primera administración en poner coto a este problema ha sido el Ayuntamiento de Barcelona, que ayer acordó prohibir la apertura de nuevos locales de juegos de azar y apuestas, bingos y casinos y la obras de ampliación en ellos «para preservar la salud de la ciudadanía y evitar adicciones».

Actualmente, en Barcelona hay 53 locales dedicados a los juegos de azar: 35 salones de juego, 17 bingos y 1 casino. «En esencia, con la redacción del documento se propondrá un decrecimiento del número de establecimientos actual – de tal forma que cuando cierre uno no se podrá abrir ningún otro–, y se evitará que haya cerca de equipamientos sensibles como los centros docentes y sanitarios», indicó el Consistorio. Entre otras medidas también ha acordado impedir el acceso a las páginas de juego «online» desde sus dependencias y prohibir la publicidad o el patrocinio de este tipo de negocios en la red de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), la vía pública o bien las actividades que se puedan desarrollar en la ciudad.

También crear programas de prevención dirigidos específicamente a todas las escuelas, exigir en los contratos y las convocatorias de subvenciones anuales a las entidades y las empresas que participen que tengan medidas de inhibición de la conexión a páginas de casas de juego «online» o bien medidas de sensibilización para la prevención a las adicciones.

Peor control que las drogas

Se estima que el 0,4 % de la población de entre 15 y 64 años padece un trastorno por juego problemático, lo que equivale a unas 20.000 personas en Cataluña, y que son los hombres y los jóvenes los que se encuentran en una posición de mayor riesgo. La participación de jóvenes de entre 14 y 18 años en el juego online aumentó en un 3,5% el año 2017 y un 6,4 % en 2019, según los estudios EDADES (2017) y ESTUDES (2019), facilitados por los representantes municipales.

El decano del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña, Guillermo Mattioli, indicó que las dificultades para controlar la adicción del juego en línea son «mayores» que la dependencia a otras sustancias, ya que al no ser tangible es «mucho más difícil llevar un control del paciente». «Si no es necesario ni salir a la calle para apostar es difícil regular la adicción y genera quizás más sufrimiento que otras. No hay un control exterior que genere angustia», explicó. Asimismo, el decano apuntó que «todas las adicciones responden a un mecanismo de evasión del dolor psíquico en el que hay defensas fallidas, estrategias fracasadas».

Esta problemática del juego online ha sido clasificada por el psicólogo como un «problema de salud pública» y de salud mental, que precisaría «aparte del apoyo familiar, un apoyo clínico y terapéutico».