Abierto por vacaciones

El descanso es bueno, eso lo sabe todo el mundo. La época de trabajar 16 horas, 365 días al año es muy «revolución industrial», no es nada productiva en la era digital. Por eso hay que aplaudir que los teatros cierren en agosto, que sus responsables oxigenen sus ideas y regresen con mayor afán e ímpetu. Claro que aplaudir por no hacer nada, en realidad, es un poco irresponsable. Los aplausos hay que ganárselos con talento y trabajo duro. A los monos los aplauden desde el siglo XVIII por comerse una banana y eso es lo más alto que han conseguido desde entonces, comerse una banana. El aplauso es el último reducto de la excelencia. Por eso, todos aquellos teatros que sí abren en agosto en Barcelona merecen una ovación por todo lo alto. Porque están prohibido los toros, sino habría que cortarles el rabo y las dos orejas.

Los grandes teatros suelen acaparar toda la atención durante la temporada, por eso en agosto son las salas alternativas las que apuestan de forma más decidida por abrir su programación. Teatreneu, Tantarantana, Raval, Versus, Gaudí, Cincómonos, Llantiol, El Molino o Club Capitol apuestan en estas fechas por ofrecer comedias, musicales, danza y espectáculos frescos que atraigan a un público que no está para grandes dramas en agosto. «Ahora conseguimos más atención, mejores resultados y encima hacemos un servicio a una ciudad que en agosto queda desatendida. Pero no te puedes equivocar y realizar una programación errática», comenta Ever Blanchet, director de los teatros Versus y Gaudí.

Un ejemplo claro es el Versus que estos días estrena «Dies normals», musical de Adam Gwon de 2008 y éxito del Off West End y Off Broadway. En escena, cuatro personajes y 19 canciones para contar una historia de vidas cruzadas en el Nueva York post 11-S. Paralelamente, el teatro recupera «Cloaca», de la holandesa María Groos.

Otra de las estrellas de este agosto es «Patente de corso», que acoge el Club Capitol. Los actores andaluces Alfonso Sánchez y Alberto López han dramatizado los textos de opinión del escritor Arturo Pérez Reverte para contar «un tratado ibérico del hijoputismo». «Hablamos de cosas actuales con una estructura musical y escenas de diálogo acompañados por números musicales sin abandonar nunca el humor», comenta Sánchez.

A partir de aquí, en la variedad está el gusto. El Teatre Gaudí continúa con «La pista», Además, presentan «L’home amb qui somien les dones quan somien amb homes» o «Monólogos de la vagina» a cargo de la compañía sevillana Producciones Imperdibles. El Teatreneu ofrece espectáculo más cena con ««Agència Matrimonial 7 d’Amor» y «Tributo a Pepe Rubianes». El Molino programa la mejor rumba y el Teatre del Raval «The Rocky Horror Dramakuin Picture Show».