Castilla y León

Villalar reivindica a las personas y su bienestar frente a los territorios

Los trabajadores de Lauki y Dulciora protagonizan las protestas en la campa junto a los de las televisiones locales. Herrera les traslada que la Junta está trabajando en la búsqueda de una solución y pone como ejemplo al Grupo Siro

Más de diez mil personas llegaron a congregarse en el municipio comunero para festejar la fiesta de la Comunidad
Más de diez mil personas llegaron a congregarse en el municipio comunero para festejar la fiesta de la Comunidadlarazon

Los trabajadores de Lauki y Dulciora protagonizan las protestas en la campa junto a los de las televisiones locales. Herrera les traslada que la Junta está trabajando en la búsqueda de una solución y pone como ejemplo al Grupo Siro

En un Día de la Comunidad especial, con protagonismo para Miguel de Cervantes y el español, al cumplirse los cuatrocientos años de la muerte del universal escritor que tuvo casa en Valladolid entre 1604 y 1606 -en una etapa que coincidió con la publicación de «El Quijote»-, Villalar de los Comuneros volvía ayer a postularse como lugar festivo e identitario para los castellanos y leoneses. Una fiesta que estuvo animada con pasacalles, teatro, títeres, bailes regionales e incluso combates de espada y concursos de grafitti. Pero, sobre todo, la villa comunera se consolidaba como un espacio de reivindicación y de lucha social y laboral en defensa de las personas y de su bienestar por encima de los territorios.

Ya desde primeras horas de la mañana, y coincidiendo con la llegada de los principales dirigentes políticos de esta tierra a los actos previstos en la campa y alrededores del municipio vallisoletano, se sucedían distintas movilizaciones para hacer ver los diferentes conflictos sociales y laborales que permanecen en la Comunidad. Especial protagonismo adquirían los trabajadores y familiares de Lauki y Dulciora, las dos plantas vallisoletanas cuyas propietarias, las multinacionales Lactalis y Mondelez, quieren cerrar este año, así como empleados de distintas cadenas de televisión locales de la Región, que también aprovechaban esta cita comunera para reivindicar salarios dignos. Entre todos suman más de 600 trabajadores con problemas comunes. Representantes de ambas empresas tenían la oportunidad de leer sendos manifiestos de unidad en los que exigían la continuidad de la actividad y el rechazo a las deslocalizaciones que pretenden, y atacaban duramente a los responsables de las multinacionales, a los que acusaban de querer robarles el futuro. Igualmente, reclamaban medidas legales «o las que hagan falta» para evitar que se produzcan este tipo de deslocalizaciones y poder luchar contra estos gigantes.

Palabras que encontraban el respaldo de las miles de personas que se acercaban poco a poco hasta la campa comunera, así como de las fuerzas sociales y políticas presentes. El propio presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, se acercaba a saludar y conversar con los más de doscientos trabajadores de ambas empresas en Villalar, a los que transmitía que su Gobierno está trabajando con las organizaciones sindicales en la búsqueda de una solución satisfactoria, aunque admitía que la situación es delicada y grave. Sin embargo, Herrera no perdía la esperanza y recordaba lo sucedido con el palentino Grupo Siro, que el pasado viernes recibía el Premio Castilla y León 2015 de Valores Sociales, que apostaba por nuestra Comunidad en un momento complicado en el que la empresa Fontaneda decidió deslocalizar la planta. «Fue Siro la que hizo un pacto de sangre por esta Comunidad para resolver la crisis de la galletera», decía Herrera.

Preguntado por los periodistas, el presidente también tuvo palabras sobre lo casos de corrupción, para asegurar que «la honestidad política hay que predicarla todos los días y no sólo en Villalar».

Además, el objetivo de déficit y las negociaciones nacionales para la formación de un gobierno tenían también su protagonismo en la campa, especialmente esto último, con la presencia de líderes nacionales como Alberto Garzón y Cayo Lara, de Izquierda Unida; Óscar López, del PSOE; o Fernández Toxo, del sindicato CCOO. Tampoco faltó la nota de humor a este respecto, ya que por Villalar se pudo ver a un hombre de Podemos disfrazado de novia que buscaba a su Pedro Sánchez correspondiente.

Respecto al anuncio de Montoro de ampliar el objetivo de déficit de las comunidades del 0,3 al 0,7 del PIB este año, el presidente de la Junta apostaba por esperar hasta la reunión de los consejeros de Hacienda con el ministro, prevista para la semana que viene, para informarles del nuevo margen. «Por experiencia digo que en este tipo de cosas no conviene dar por cazada la pieza hasta que esté cazada», apuntaba Herrera.

Fracaso político

Mientras que ante la más que posible repetición de las elecciones generales, el Jefe del Ejecutivo regional reconocía que, de consumarse los nuevos comicios, «sería un fracaso» porque «supondría que la clase política no ha entendido lo que han dicho los españoles en las urnas». Herrera lamentaba esta situación de interinidad que se vive y que, en su opinión, no es buena para nadie ni para el crecimiento económico. Y volvía a reprochar la actitud de «cerrazón» del socialista Pedro Sánchez por negarse a dialogar con el PP.

En lo que respecta a la oposición al PP en esta tierra, destacaba el debut de Podemos y Ciudadanos en la campa de Villalar como partidos con representación y grupo propio en las Cortes de Castilla y León, así como el estreno de Faustino Temprano como líder regional del sindicato UGT, y de Alberto Garzón, que también acudía por vez primera a este municipio vallisoletano.

Los más reivindicativos eran el socialista Luis Tudanca y el portavoz de IU-Equo en el Parlamento autonómico, José Sarrión. El primero aprovechaba la cita de Villalar, para acusar al Gobierno Herrera de todos los males que padece la Comunidad, que en su opinión pasan por el desempleo, el deterioro de los servicios sociales y la despoblación, y para afear a los populares «que vivan en el país de Oz y en la Arcadia Feliz». Al respecto, Tudanca se comprometía ante el monolito de homenaje a los comuneros a «seguir en pie» y dar la batalla para dar respuesta y solucionar los problemas de Castilla y León. Por su parte, José Sarrión, denunciaba que nunca antes el capitalismo ha mostrado tanta agresividad y violencia, y pedía un esfuerzo para garantizar los derechos de las generaciones futuras. Podemos, en boca de su secretaria de Organización, Laura Domínguez, llamaba a aprovechar la fiesta de la Comunidad para «pensar en la gente», y por ello defendía que en la reforma del Estatuto de Autonomía prevista para esta legislatura «se blinden los derechos de los ciudadanos, se actualice la Democracia y se renueve la Comunidad». El más comedido en sus declaraciones era el líder de Ciudadanos, Luis Fuentes, quien animaba a disfrutar de la fiesta y dejar los 364 días restantes del año para las reivindicaciones.

Desde los sindicatos se destacaba la importancia de Villalar como escaparate para visualizar los problemas y conflictos de la Comunidad. Ángel Hernández, líder de Comisiones Obreras, llamaba a las organizaciones sociales a presionar y dar una salida a los trabajadores afectados por procesos de deslocalización. Mientras que Faustino Temprano, de UGT, reclamaba un Villalar reivindicativo y que se recupere el manifiesto que se perdió hace unos años y que firmaban todos los partidos y entidades sociales y económicas en el que se planteen alternativos para la gente.