Los castellanos y leoneses se muestran satisfechos con el sistema público de salud

Los castellanos y leoneses se muestran satisfechos con el sistema público de salud. Así lo demuestra el Barómetro de 2016 elaborado por el Ministerio de Sanidad, que otorgó a Sacyl una nota de 6,91 puntos, casi un notable, y por encima de la media de la España autonómica, que se sitúo en el 6,55.

Los castellanos y leoneses se muestran satisfechos con el sistema público de salud. Así lo demuestra el Barómetro de 2016 elaborado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en colaboración con el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que otorgó a Sacyl una nota de 6,91 puntos, casi un notable, y por encima de la media de la España autonómica, que se sitúo en el 6,55.

Nuestra Comunidad recuperó una posición respecto a la anterior oleada de este estudio y logró la sexta mejor nota en el conjunto de España, con 6,91, la misma calificación de Murcia.

Además, los ciudadanos de la Región encuestados consideraron que el sistema sanitario del país funciona bien, aunque entienden que son necesarios algunos cambios, si bien más de un 80 por ciento acudiría a un centro público si tuviera un problema de salud.

La calificación que otorgaron los castellanos y leoneses a las consultas de Atención Primaria es del 7,39, frente al 7,29 de media en España, mientras las de especialistas recibieron un 6,94, frente al 6,74 del conjunto nacional. Las urgencias en los hospitales regionales lograron un 6,41, superior al 6,04 de media autonómica, mientras el ingreso y la asistencia hospitalaria, un 7,15, medio punto más que el 6,76 del sistema nacional.

El trato recibido por el personal sanitario es uno de los aspectos más valorados de la asistencia sanitaria pública en la Comunidad, ya que le otorgaron un 7,9, superior al 7,72 de media nacional. El tiempo dedicado por el médico a cada enfermo obtuvo un 7,17, dos décimas menos que en el conjunto del sistema y la confianza y la seguridad que transmite el facultativo, un 7,75, casi dos décimas más que en todo el país (7,73).

De esta forma, en general, el 64,5 por ciento de los ciudadanos de la Comunidad considera que la atención recibida por el médico de familia fue «buena», frente a un 11,6 por ciento que entiende que fue «regular».

Sobre las urgencias, el 58,3 por ciento de los castellanos y leoneses sostiene que la última vez recurrió a un hospital público, una decisión personal que adoptó seis de cada diez, frente al 16,9 por ciento, que acudió por indicación de un médico.

Respecto a los últimos 12 meses, el 37,6 por ciento de los castellanos y leoneses considera que el problema de las listas de espera «sigue igual», mientras un 36,4 por ciento sostiene que empeoraron. Solo un 8,9 por ciento de los encuestados defiende que ha mejorado.

Así, en los últimos cinco años, el 53,7 por ciento afirma que se mantiene la calidad de la Atención Primaria, mientras un 34,7 por ciento asegura que se agravaron las consultas de especialistas.

Durante el último año, un 2,2 por ciento de la población de Castilla y León asegura que ha dejado de tomar un medicamento recetado porque no se lo puede permitir por motivos económicos, un porcentaje muy inferior al 4,4 por ciento de la media nacional. Finalmente el Barómetro sobre las vacunas señaló que un 58,6 por ciento de los castellanos y leoneses considera que son eficaces para prevenir enfermedades y seis de cada diez no comparten que conlleven más riesgos que beneficios.

Crece la satisfacción

Ante estos datos, el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, resaltó el hecho de que «año a año» se incrementa la satisfacción de los castellano y leoneses con la Sanidad pública.

Asimismo, indicó que nuestra Comunidad goza de una «buena posición», pese a los «continuos debate abiertos».

Sáez Aguado valoró la mejora registrada en el índice de satisfacción respecto al año pasado, así como la posición de Castilla y León, que subrayó se mantiene por encima de la media nacional. El consejero destacó estos resultados en un momento en el que «algunas voces hablan de una sanidad que pierde calidad y contenido». «Dejemos de ser catastrofistas, identifiquemos los problemas y entre todos contribuyamos a mejorarla», concluyó.