Castilla y León
Españoles y extranjeros acuden por miles a nuestra Semana Santa
Los turistas eligen las ciudades y pueblos de Castilla y León para disfrutar de sus devotos y respetuosos desfiles procesionales pero también para pasar unos días de asueto y saborear las atractivas posibilidades de ocio y gastronomía que ofrecen.
Los turistas eligen las ciudades y pueblos de Castilla y León para disfrutar de sus devotos y respetuosos desfiles procesionales pero también para pasar unos días de asueto y saborear las atractivas posibilidades de ocio y gastronomía que ofrecen.
El tiempo casi veraniego y las decenas de miles de visitantes, tanto españoles como extranjeros, que han elegido Castilla y León para disfrutar de sus desfiles procesionales pero también de una atractiva oferta de ocio y gastronomía, están protagonizando estos días de Semana Santa que ayer, Jueves Santo, vivía en lo religioso uno de sus días más especiales y multitudinarios.
Las calles y las plazas de ciudades y pueblos estaban desbordadas de gente con ganas de presenciar los desfiles y disfrutar de las imágenes con alegría y renovadas esperanzas, como se pedía también en las numerosas homilías que oficiaban sacerdotes y prelados, pero también de conocer la historia y el patrimonio y de saborear la rica y variada gastronomía de la Comunidad.
Y es que a lo largo de estos días festivos se espera en Castilla y León la visita de más de 225.000 personas, con más de 400.000 pernoctaciones, según datos que maneja el Gobierno regional, lo que supone una inyección económica importante y esencial en estos tiempos que corren.
Memoria histórica
Una jornada la de ayer jueves espectacular en lo climatológico, pero también en lo religioso, que arrancaba por la mañana con una de las procesiones más arraigadas de la Comunidad, como es la de El Indulto en Palencia a cargo de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia, pero sin reo al que indultar por tercer año consecutivo. Un hecho que se suplía con un recuerdo al preso Barrabás y con la imagen simbólica de uno de los hermanos cofrades portando unos grilletes sobre un cojín.
Un desfile imponente, austero y de profundo respeto, cuyo silencio, que solo rompe el sonido de los toques del tararú, sobrecoge, y que, como novedad, se llevó a cabo sin símbolos franquistas en la carroza de su imagen titular, el Cristo de la Misericordia, parapoder cumplir con la Ley de la Memoria Histórica como así han reclamado desde la Asociación del mismo nombre.
Lo mismo ocurría en Valladolid, con la procesión de la Penitencia y la Caridad, uno de los actos más singulares de la Semana Santa vallisoletana, en la que tampoco hubo liberación del preso. Si bien, los pasos del Santo Cristo de la Preciosísima Sangre y el de la Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de la Piedad, que procesionaban juntos , congregaba a miles de personas por el centro de la ciudad.
También en la capital del Pisuerga salía, entre dulzainas y tamboriles para gozo de vallisoletanos y turistas, el Cristo de la Luz, imagen esculpida por Gregorio Fernández en el siglo XVII. Inolvidables y emotivos los momentos de la salida primero, y la entrada después, de esta imagen de la Capilla Universitaria del Palacio de Santa Cruz, así como el tradicional «Laudeamus Igitur» que se canta al paso de la talla por el edificio histórico de la Universidad de Valladolid. Y en León, también antes de comer, la Cofradía de las Siete Palabras cumplía con la tradición y pregonaba a caballo por las calles de la ciudad los actos que la Hermandad protagonizará durante la jornada de hoy, Viernes Santo. El sonido del casco de los animales protagoniza uno de los actos principales de la Semana Santa leonesa.
En Zamora, la ciudad celebraba una intenso Jueves Santo con el canto del miserere a cargo de la Penitente Hermandad de Jesús Yacente que desembocaba en la madrugada junto a la Cofradía de Jesús Nazareno, la Esperanza, la Vera Cruz y la Hermandad, y que enlazan con la de la Vulgo Congregación, que arranca a las cinco de la madrugada ya de hoy Viernes Santo.
Y destacaba también la procesión de «Los Romances» en la localidad abulense de Navaluenga, que data del siglo XVII, y en la que dos cuadrillas de personas se retan en el canto de romances publicados por Lope de Vega en sus «Rimas Sacras», para comprobar quien recita más alto y claro en el desfile.
✕
Accede a tu cuenta para comentar