Susana Díaz
Pedro Sánchez acusa a Susana Díaz de usar «fórmulas de ayer» en el PSOE-A
El líder socialista no disimula su malestar por exigir el 20 por ciento de avales para a concurrir a las primarias provinciales
El líder socialista no disimula su malestar por exigir el 20 por ciento de avales para a concurrir a las primarias provinciales
El distanciamiento político entre Pedro Sánchez y Susana Díaz no es nuevo. El proceso de primarias del PSOE evidenció que no hay posibilidad de entendimiento entre ambos y la victoria de Sánchez no fue bien digerida en el PSOE andaluz. Los socialistas andaluces siempre han tenido un peso considerable en la vida orgánica del partido, incluso cuando se decantaron por candidatos que finalmente no consiguieron la Secretaría general de la formación. Le pasó a Chaves cuando apoyó a Bono en lugar de a Zapatero y le ocurrió lo mismo a Griñán cuando se decantó por Carme Chacón en lugar de Rubalcaba. Una vez acabados ambos procesos, el PSOE-A se recolocó y siguió teniendo influencia en las decisiones de la dirección federal. En esta ocasión, no ha sido así. Susana Díaz se ha replegado en Andalucía, no exigió cuota alguna en la dirección del PSOE Federal y prefirió acelerar el congreso regional del PSOE-A y los congresos provinciales para evitar que el «sanchismo» creciera en Andalucía.
La estrategia de Susana Díaz se visualizó claramente en el pasado Congreso Regional del PSOE del pasado 29 y 30 de julio. La presidenta de la Junta no tuvo oposición y cerró una ejecutiva y un comité director continuista a su medida. Pedro Sánchez, que asistió al cónclave con un tono conciliador, recibió algunos mensajes desafiantes por su parte. «Nunca me hagas elegir entre las dos lealtades, porque soy la presidenta de todos los andaluces», le dijo en su presencia. «Somos socialistas, nunca fuimos nacionalistas» fue otro de los mensajes dirigidos a Sánchez, que había defendido el concepto de plurinacionalidad durante el congreso federal celebrado semanas antes.
El último fleco pendiente de la estrategia de Susana Díaz para replegarse en Andalucía pasa por el control de las estructuras provinciales del PSOE andaluz. Y para ello, la dirección regional ha impuesto a todos los candidatos que quieran presentarse la necesidad de contar con el 20 por ciento de los avales. La directriz, amparada por las normas internas del partido, contradice el deseo del PSOE federal y ha motivado que el propio Pedro Sánchez critique públicamente la actitud de la federación andaluza.
El secretario general del PSOE aprovechó ayer su presencia en un desayuno informativo en Madrid para lamentar que el PSOE andaluz haya optado por «una fórmula digamos de ayer», al no rebajar el mínimo de avales exigido a los militantes para presentarse como candidatos a las primarias para liderar el partido en las ocho provincias. Es evidente que esa decisión beneficia a las estructuras consolidadas del partido, controladas por los partidarios de Susana Díaz, lo que dificulta la erosión de su liderazgo con opciones alternativas.
El cambio introducido en los Estatutos del partido en el 39 Congreso Federal de junio que aprobó reducir el mínimo de avales requerido para presentarse a las primarias federales, autonómicas y provinciales suponía «un cambio de reglas en mitad del partido» –admitió Sánchez–, puesto que tras ese cónclave ya había previstos congresos regionales. Por ese motivo, se añadió en los estatutos una disposición transitoria que dejaba «libertad a las federaciones para decidir cómo transitar en ese cambio de modelo» en los congresos que se convocaran en este 2017. En Extremadura, por ejemplo, se aceptó la recomendación del congreso federal y se redujo el porcentaje de avales necesarios para presentarse; en Andalucía, no. A partir de 2018 sólo estarán vigentes las nuevas normas, pero los procesos congresuales en la región estarán completamente cerrados.
De ahí viene el malestar de las corrientes que apoyan a Pedro Sánchez en Andalucía, que ven como los distintos aparatos provinciales controlados por los partidarios de Susana Díaz serán clave en el proceso de primarias. El diputado Odón Elorza, miembro de la dirección federal, ha sido de los pocos en defender públicamente un proceso «más democrático» en Andalucía y que esté sometido a «menos control clientelar del aparato».
Los precandidatos tienen hasta el 16 de septiembre para recoger los avales necesarios
Fijadas las normas, el calendario de los congresos provinciales del PSOE incluye un periodo de diez días para la recogida de avales, desde hoy y hasta el 16 de septiembre. Entre el 21 y el 30 de septiembre, la campaña de información de los candidatos; y el 1 de octubre, la jornada de votación a la Secretaría general. Finalmente, el 21 de octubre es la fecha fijada para la celebración de los congresos provinciales. De momento, hay más de un precandidato en las ocho provincias andaluzas. En Sevilla, la actual secretaria provincial Verónica Pérez competirá con Eva Patricia Bueno; en Granada están inscritos el presidente de la Diputación, José Entrena; el alcalde de Maracena, Noel López; y el secretario del PSOE en la capital, José María Rueda; en Huelva, el actual secretario general del PSOE onubense, Ignacio Caraballo, y el secretario general del PSOE de Aljaraque, José Martín; en Jaén, el actual líder de los socialistas jiennenses, Francisco Reyes, y los militantes Félix Manzaneda y Valeriano Bermúdez; en Córdoba, la «sanchista» Teba Roldán y el «susanista» Antonio Ruiz; en Málaga, el delegado del Gobierno andaluz, José Luis Ruiz Espejo; la alcaldesa de Benaoján, Soraya García Mesa; y Rafael Fuentes García; en Cádiz, además de la actual secretaria provincial, Irene García, se han inscrito Jesús Ruiz Cayuso, Luis de la Torre y Nieves Muñoz; y en Almería, el actual secretario general, José Luis Sánchez Teruel; el concejal en Huércal-Overa, Antonio López Olmo; y el senador Juan Carlos Pérez Navas.
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