Sevilla
Griñán completará el traspaso de poderes a Díaz el 23 y 24 de noviembre
En el orden del día de la convocatoria sólo figuraba la elección de los delegados que representarán al socialismo andaluz en la Conferencia Política que el partido celebrará en Madrid en la segunda semana de noviembre, pero la noticia que acaparó la atención mediática ayer en el Comité Director del PSOE-A fue la confirmación de que la bicefalia José Antonio Griñán-Susana Díaz será breve. El traspaso de poderes continúa. Y ello pese a que, desde que Griñán anunciara a finales de junio que no se presentaría a un segundo mandato e hiciera efectiva en agosto su marcha de la Presidencia de la Junta, no ha habido discrepancias públicas entre ellos. O tal vez esa ausencia de conflicto se deba precisamente, a que, como apuntan fuentes del partido, «los tiempos estaban pactados desde el principio».
En cualquier caso, el aún secretario general del PSOE-A escenificó ante el Comité Director, tras comer con los ocho secretarios provinciales y reunirse con la Ejecutiva, el anuncio de lo que ya era un secreto a voces: la convocatoria de un Congreso extraordinario, el segundo en la historia de la federación, a celebrar previsiblemente en Granada. En el anterior, en marzo de 2010, Griñán relevó a Manuel Chaves a las riendas en un cónclave que, según el primero, precipitó el segundo. Ahora será él el sustituido.
En una intervención que apenas sobrepasó los dos minutos, Griñán dejó constancia de que era «la primera vez» que se dirigía al Comité Director, máximo órgano entre congresos, «sin ser el presidente de la Junta» y de que iba a «ser la última» que lo hiciera «como secretario general de los socialistas andaluces». «Tengo el propósito –continuó– de reunir el próximo viernes al plenario de la Comisión Ejecutiva regional para proponer, de acuerdo con el artículo 27 de nuestros estatutos, la convocatoria de un Congreso extraordinario en el que dejaré de ser secretario general». ¿La fecha elegida? Los próximos 23 y 24 de noviembre, unas dos semanas después de la esperada Conferencia Política, antes de la cual la federación andaluza estará inmersa en un proceso congresual.
En palabras del propio Griñán, el cónclave extraordinario será «el desenlace natural de una estrategia». Según fuentes socialistas consultadas por LA RAZÓN es «un paso lógico» para no mantener una configuración orgánica artificial «una vez que confirmó su retirada», dado que, según otras fuentes, «la bicefalia surge aunque uno no quiera». Las últimas decisiones tomadas por el ex presidente andaluz, confesó ante el Comité, le han generado «dudas». ¿Qué le blinda ante ellas? Según apuntó, el saber que Susana Díaz lo está «haciendo tan bien» que hasta sus «perseverantes detractores» la miran ya «con respeto». Un «éxito» por el que parece sentirse concernido. De hecho, casi la totalidad de las once personas que tomaron la palabra a puerta cerrada en el Comité Director elogiaron su «acierto» estratégico, incluidos representantes del denominado sector crítico, como el secretario provincial de Jaén, Francisco Reyes, quien llegó a aseverar que en su territorio ahora ven el árbol «lleno de aceitunas». Griñán respondió a los halagos defendiendo que nada le debía nadie y sí él «todo al partido». La asunción de la Secretaría General de éste por parte de Díaz tendrá una derivada: después del Congreso extraordinario de su proclamación, se abrirá otro en el PSOE de Sevilla, ya que tendrá que renunciar a la Secretaría General de esa organización, que podría asumir, indican fuentes del partido, su presidente y máximo dirigente de la Diputación sevillana, Fernando Rodríguez Villalobos.
No ocurrirá lo mismo en la estructura federal, donde no habrá movimientos. Griñán conservará el cargo de presidente del partido que nadie discute.
En el plano institucional ya había dado otro paso. Una vez asentado en el Senado, el ex presidente del Gobierno andaluz presentó por la mañana su renuncia al acta de diputado autonómico por la circunscripción de Sevilla en el Parlamento. Firmó el documento de su salida en presencia del presidente de la Cámara andaluza, el socialista Manuel Gracia. En ese sentido, el artículo 19.5 del Reglamento del Parlamento regional recoge que una de las causas de pérdida de la condición de diputado es «la renuncia presentada personalmente ante la Mesa del Parlamento».
Cabe recordar que el último Pleno al que asistió fue el celebrado los días 25 y 26 de septiembre, donde se aprobó una Proposición no de Ley de rechazo a la reforma local del Gobierno central, propuesta por el Grupo Socialista. Esta nueva abdicación se produjo un día antes de que su antecesora en la Consejería de Hacienda, Magdalena Álvarez, declare ante la instructora del caso de los expedientes de regulación de empleo irregulares, Mercedes Alaya. La sombra de los ERE es alargada.
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