El Gobierno andaluz advierte de que le tocará elaborar tres presupuestos este año

Hacienda tiene que acomodar el prorrogado a la nueva estructura; en mayo, traer el de 2019; y a partir de junio, el de 2020

El consejero de Hacienda, Industria y Energía, Juan Bravo Baena, advirtió en el Parlamento autonómico de que el nuevo Gobierno andaluz afronta la difícil tarea de tener que elaborar este año tres presupuestos de la Junta de Andalucía. Los funcionarios, señaló el consejero, le aseguran que «son cuatro presupuestos» en realidad, llegó a indicar en una de las réplicas. «Voy a tratar de ilusionarles con el Presupuesto», señaló Bravo, subrayando a los parlamentarios que «no les mentiré jamás». Sobre el Impuesto de Sucesiones, señaló que no es una dádiva sino que entienden que «ya han tributado» por esos bienes. Bravo recordó que en su día Rajoy, sabiendo que habría elecciones, dejó preparados unos Presupuestos «por lealtad», algo que el PSOE no hizo en la Junta «y ahora nos critican por no tener Presupuestos». «Si los elementos externos lo permiten traeremos los Presupuestos en mayo», dijo. PSOE, Cs y Vox exigieron que las cuentas estén «cuanto antes». El ex titular de Hacienda, Antonio Ramírez de Arellano, interpretó que no quieren traer las cuentas porque conllevan recortes sociales.

Bravo explicó que su departamento adaptará antes del 15 de abril el Presupuesto de 2018, prorrogado por la convocatoria de las elecciones autonómicas, a la estructura del nuevo Gobierno andaluz; presentará en mayo el proyecto presupuestario de 2019 y comenzará en junio a elaborar las cuentas autonómicas para 2020. El nuevo consejero, recién llegado al cargo tras la dimisión de Antonio García Valera por enfermedad, destacó que esta coyuntura, «una de las más complejas y anómalas de la historia» de Andalucía y que «nunca de había producido antes», se complica además por el «fracaso» del Gobierno central al no lograr aprobar los Presupuestos del Estado para 2019.

PP y Cs, y en menor medida Vox, arremetieron como una sola voz contra los partidos de izquierda. La oposición de PSOE y Adelante Andalucía, por su parte, criticó la estructura de la Junta acordada por el PP-A y Cs, calificando al Ejecutivo de «Frankenstein» y acusándolo de surgir del «caos» y de una «falta de proyecto político». Vox, por su parte, ve «contradicciones» y un «refrito» en el departamento del vicepresidente, Juan Marín. El consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, defendió que la estructura «está pensada para cumplir un ambicioso plan de reformas» y que «solo hay un gobierno unido, con competencias claras y vocación de continuidad y de diálogo». Durante su comparecencia ante el Pleno de la Cámara autonómica para informar de la estructura del Consejo de Gobierno, Bendodo explicó que el armazón del Ejecutivo obedece a la que han considerado «la mejor fórmula» para poder cumplir los fines que se han impuesto. Igualmente, pidió a todos los grupos que se «aíslen» del «ruido» que se generará en torno a las citas electorales y que dejen fuera de los «muros» del Parlamento sus intereses electorales.

Sobre la estructura, Bendodo señaló que uno de los principios que ha marcado su confección es que tanto la Administración central como la periférica «deben estar al servicio de los ciudadanos», a lo que sumó que debe ser «ágil, eficiente y transparente», además de dar «respuestas y soluciones» a los problemas que afectan «a más de ocho millones de andaluces». «Esta Junta que preside Juanma Moreno tiene que prestar los mismos servicios en Sevilla, en Cádiz, Huelva, Córdoba, Málaga, Granada, Almería y Jaén pues creemos en la igualdad y derechos de todos los españoles y creemos en la igualdad y derechos de todos los andaluces», aseguró. Bendodo sostuvo que el nuevo Ejecutivo «tiene claras sus prioridades, y la más importante de ellas pasa por armar las condiciones necesarias para estimular la creación de empleo» en una comunidad «que aún no ha logrado converger económica y laboralmente con otras regiones de Europa». El «compromiso» del «Gobierno del cambio» es «reformar los tributos propios y cedidos de competencia autonómica, con el objetivo de disminuir la presión fiscal». «Se acabó que Andalucía sea un infierno fiscal», enfatizó, y añadió que los consejeros trabajarán para convertirla en «un territorio atractivo para la generación de inversiones que posibiliten la creación de riqueza y empleo». Todas las consejerías tienen la consigna de que «Andalucía tiene que contar con unos servicios públicos de primer nivel», con lo que la acción de gobierno ha de encaminarse también a eso.