El edil andalucista de San Fernando Manuel María de Bernardo dimitió ayer como concejal después de que el Tribunal de Cuentas haya declarado su responsabilidad subsidiaria en el desfalco de 7,8 millones de euros de la caja municipal cuando ejerció como alcalde. En su carta de dimisión explica que su responsabilidad en el caso es «muy atenuada, pero responsabilidad al fin y al cabo».

De Bernardo ha sido condenado a pagar, como su antecesor en el cargo Antonio Moreno, 29.250 euros en el caso de que los «responsables contables directos» del desfalco, los ex cajeros Clemente Ruiz y María José Lebrero, no afronten el pago de los 7,6 millones de euros que desaparecieron durante seis años de la caja municipal. De Bernardo, que fue alcalde de San Fernando de 2005 a 2011, aseguró que recurrirá la sentencia «porque no se ajusta ni a la realidad de los acontecimientos ni a derecho» y afirmó que él sigue pensando que no es «responsable subsidiario» del desfalco, por lo que espera que la justicia «me dé al final la razón».

Igualmente, explicó que el Tribunal de Cuentas le considera responsable subsidiario y le reprocha que rubricara talones que le pasaban a la firma los tesoreros municipales, así como que no hubiera aplicado medidas de control «sin decir cuáles». En su opinión, la acusación del tribunal viene a significar «te acuso de no haber vigilado lo suficiente», algo que él rechaza.

En su relato de los hechos, la sentencia explica que Clemente Ruiz constantemente pedía a los responsables municipales que se le extendieran talones de entre 5.000 y los 20.000 euros para tener efectivo «para cubrir el pago de las ayudas sociales». El ex cajero diseñó una «hoja de caja», a la que sólo tenían acceso él y, en su ausencia María José Lebrero, «donde puede observarse la manipulación» de las cifras de ingresos y pagos y que daban como resultado «casi todos los días una diferencia a favor de los ingresos». Las cantidades que se consignaban eran «inferiores a las que debían figurar».