El diputado de Podemos aboga por que se elabore una norma por si «se dan problemas de convivencia entre territorios»

El SAT prepara un acto el día 26 en la Universidad de Sevilla para «explicar el procés», según adelanta su portavoz, Óscar Reina

Las lecturas de la realidad catalana y de las pretensiones del nacionalismo en ese territorio de celebrar un referéndum de autodeterminación el próximo 1 de octubre llevan semanas marcando el rumbo de la actualidad informativa. El diputado nacional por Jaén de Podemos Diego Cañamero tiene la suya: «Los catalanes, la gente en general, tiene derecho a decidir porque ésa es la grandeza de la democracia. Es legítimo que un pueblo como ése se movilice para que el resto de los españoles sepa lo que quiere», asegura el parlamentario a LA RAZÓN.

Se muestra partidario sin ambages de que el 1-O se pueda votar y se atreve incluso a marcar un camino: «En España el tema de los referéndums debería regularse con una ley de divorcio. Tendría que desarrollarse una normativa que te proteja si se dan problemas de convivencia entre territorios, como sucede en el caso de los matrimonios que no funcionan. Luego, habrá quien quiera divorciarse y quién no», propone.

Cree Cañamero que «a Cataluña se la ha maltratado». «Si en 2006 no se hubiera llevado al Tribunal Constitucional (TC) el Estatuto de Autonomía que se aprobó y no se les hubiera humillado –se explica–, quizás hoy estaría integrada como el País Vasco y no estaríamos en el punto en el que nos encontramos». Insiste en que «las consecuencias» de aquellas decisiones» es lo que «estamos viviendo ahora» y a ellas se han sumado, dice, un Gobierno central «dictatorial» que «ha reforzado el rechazo de algunos hacia España y ha creado más independentistas».

Para el diputado de la formación morada, el Ejecutivo de Mariano Rajoy «tenía que haber permitido votar y no buscar y procesar a más de 700 alcaldes», censura. Con todo, entiende que aún «está a tiempo de rectificar» y de intentar encontrar «una salida política no regresiva al conflicto que se ha creado».

Cañamero teme que la «bola» que se ha formado alrededor del referéndum, ilegal según ha marcado el Constitucional, «esté ocultando» las dificultades «reales» por las que atraviesa parte de la población catalana. Entiende que es hora de que se aborden debates sin alarmismos: «EE UU, uno de los países más importantes del mundo, por ejemplo, es un estado confederal donde los territorios tienen mucha más autonomía que las comunidades españolas y no pasa nada», anota para rematar: «Aquí nos llevamos las manos a la cabeza sólo por hablar de un posible estado federal».

No es el único que aboga por el movimiento. Su sucesor en la portavocía del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), Óscar Reina, adelanta a este periódico que viajará y permanecerá en Cataluña desde mañana hasta el próximo sábado para colaborar en varios actos «en apoyo al referéndum» convocado por la Generalitat, en alguno de los cuales coincidirá con la portavoz parlamentaria de la CUP Anna Gabriel o con Arnaldo Otegui.

El SAT, junto a la Candidatura Unitaria de Trabajadores (CUT) –una corriente política que ha estado vinculada históricamente a IULV-CA– ya animaron a los emigrantes andaluces residentes en aquella comunidad y a sus descendientes a que participaran de forma «masiva» en la consulta del 1 de octubre y a que votaran sí a la independencia. Ahora ha dado un paso más. El mediático sindicato de jornaleros prepara un acto en Andalucía que, «si no se tuerce», se celebrará el día 26 de este mes en la Universidad de Sevilla (US) para «explicar qué es el procés», según avanza Reina a este periódico. Por si hubiera alguna duda, deja claro que está a favor de que pueda expresarse «la voluntad» de los catalanes e insta al Estado español a «dejar que se haga el referéndum» y a «no usar la ley contra el pueblo». «Estaremos al lado de éste hasta las últimas consecuencias», desliza, para centrar su petición de que se «mojen» en la «gente consecuente de izquierdas». «Ante la represión del Estado, nuestra solidaridad», apostilla. Relata que fue uno de los que tomó la calle la última Diada del día 11 y sostiene que con él había «miles de personas». Un torrente que, avisa, «no habrá quien lo pare». Si bien, admite que lo que sí «está por ver» es si «finalmente habrá o no una Cataluña independiente». «Ellos decidirán, pero ojalá en Andalucía estuviéramos tan organizados y avanzados democráticamente», concluye a modo de desiderátum.

Sánchez Gordillo anima a desobedecer al Constitucional

Tampoco ha faltado en el engranaje de escenas generadas estos días alrededor del referéndum otro de los líderes del SAT: el ex diputado andaluz de IU y alcalde de Marinaleda (Sevilla), Juan Manuel Sánchez Gordillo, quien reapareció el pasado fin de semana en citas organizadas por la CUP. En concreto ayer intervino en Terrassa (Barcelona) en un acto junto al antropólogo Manuel Delgado en el que, según la plataforma de la CUP por el referéndum de Cataluña, llamó a desobedecer al Constitucional, al estar éste «al servicio de una clase».