Arancha del Sol: «Me operé las orejas a los 23»

Guapa, elegante, con un tipazo de impresión. Así la recordaba y así sigue Arancha del Sol. Ser madre ha sido lo mejor que le ha pasado, pero esa nueva etapa la apartó de las cámaras que la convirtieron en uno de los rostros más populares de la televisión de los 90. En la actualidad está completamente volcada en su marido y sus hijos, Lucía, de 12 años, y Juan, de 6, aunque puntualmente retoma su profesión de intérprete y ejerce además como imagen de distintas firmas. Junto al diestro Juan Serrano, «Finito de Córdoba», forman una de las parejas más estables del panoroma nacional y ahora comienzan nueva andadura en Córdoba.

–Muchos se preguntan si Arancha del Sol se ha retirado...

–No, pero sí es verdad que cuando tuve a mis hijos salí un poco del circuito y, como todo cambia tan rápido, cuesta volver, aunque es algo que me encantaría.

–¿Qué te gustaría hacer?

–Una buena serie y un programa blanco, como los de aquella época. Recuerdo esos años con nostalgia, ahora la televisión es completamente naif.

–Yo no sé quién de los dos es más «finito», si tu marido o tú porque, hija mía, qué buen tipo tienes... ¿qué haces para mantenerte así?

–La verdad es que nada especial, soy muy irregular: hay épocas en las que me puedo matar a hacer ejercicio y otras nada.

–Y tu alimentación ¿cómo es?

–Procuro que sea equilibrada, como absolutamente de todo e intento cuidarme sin ser muy estricta.

–¿Nunca has estado a régimen?

–Sí, embarazada, porque me pongo tremenda...

–¿Cuántos kilos coges?

–Con Lucía subí 25, y con el niño, 17, porque estuve a dieta.

–¿Y a qué se debe ese aumento brusco de peso?

–No lo sé, los embarazos me cambian totalmente y no paro de vomitar durante los nueve meses... Pero cojo kilos por momentos.

–¿Y qué tipo de dieta hacías embarazada?

–Comía de todo y muchas veces al día, pero estudiado y controlado a sus horas: proteína, fruta...

–¿Has pasado por el quirófano?

–De momento no. ¡Ah! Bueno, sí. La cara no me la he tocado nunca: yo me he hecho las orejas. Las tenía un poquito despegadas, no era un problema de tamaño, por lo que era más fácil. Fue a los 23 o así.

–¿Eres una mujer espiritual o terrenal?

–Creo que más bien lo segundo e incluso me gustaría serlo más porque a veces me manda mucho el corazón. Reflexiono y y analizo todo lo que hago, pero, en momentos de bajón, rezar me da mucha paz. También lo hago siempre que Juan torea: doy las gracias y pido que le proteja siempre, a él y a mis hijos.

–¿Es complicado ser la esposa de un torero?

–En esto nunca se puede generalizar, mi marido, como persona, es muy fácil, te hace la vida muy sencilla, porque tiene un carácter estupendo. Luego, como todos los artistas, tiene una profesión muy complicada. Y cada tarde se la está jugando.

–¿No te planteas tener más hijos?

–Creo que ya he cumplido.

–¿Cómo ves el panorama en España?

–Vergonzoso.

–¿Y esperas que alguien nos devuelva el dinero de toda esta corrupción?

–¿Estás de coña? Lo que espero es que haya leyes cada vez más fuertes y entre gente nueva, es algo que me da cierta esperanza: los jóvenes estaban como que no pasa nada y parece que están reaccionando.

–¿Hablas de Podemos?

–No, de Ciudadanos, por ejemplo. Está bien que aparezca Podemos y que haya un revulsivo, pero a mí me encanta Albert Rivera, me parece que tiene sentido común.

–Y, volviendo a los temas más frívolos, ¿quién te parece que tiene todos los requisitos para decir «touché»?

–Me gusta mucho Gwyneth Paltrow.

–Tú eres muy elegante, ¿te pide tu marido consejo a la hora de elegir un traje?

–A Juan le encanta la moda y siempre se ha caracterizado por vestir muy bien. Sus trajes de luces son espectaculares, nunca ha necesitado mi consejo.

–¿Qué no falta nunca en tu fondo de armario?

–Vaqueros, un vestido negro sencillo, pero que lo puedes hacer más elegante con los complementos, unos botas de campo y sombreros, ¡me encantan!

–¿Qué diseñadores españoles te gustan?

–Juana Martín, Juanjo Oliva, Carmen Maza... Y en alta costura, Caprile, me parece maravilloso.

–¿Con qué te maquillas?

–La base es de Armani y luego, respecto a las sombras, me gustan todas, pero las prefiero mates, el nácar o el irisado no me van.

–¿Y eres mujer de rímel?

–Sí, es que para mí la pestaña es muy importante. Las cuido mucho. Les echo aceite en la puntita y luego siempre estoy usando cosas para alargarlas.

–¿Y el cabello? ¿Cómo lo tratas?

–Soy una obsesa del pelo sano, no puedo ver una punta abierta. Siempre suelo llevar la misma imagen, no he cambiado en años: melena morena.

–¿Y la boca la cuidas?

–Es fundamental. Yo, antes de mirar a los ojos, miro la boca.

–¿Los labios claros u oscuros?

–Soy más de resaltar el ojo y la boca dejarla jugosa, pero en colores más naturales.

Las mil y una edades

LA DEL DNI:

42 años.

LA QUE APARENTA:

ser muy joven.

Y LA PERCIBIDA:

siempre elegante.