Rusia
Yulia Navalni: la viuda coraje que luchará contra Putin
La esposa del disidente se ha convertido en la mayor opositora con sus acusaciones de asesinato contra el régimen ruso
Yulia Navalnaya parece estar dispuesta a continuar el trabajo de su marido, tras la muerte del disidente el pasado 16 de febrero en una cárcel cercana al círculo polar ártico. La viuda de quien fue el preso más famoso de Rusia parece no tener miedo a posibles represalias y así lo afirmó la pasada semana durante la Conferencia de Seguridad celebrada en Múnich. Se abre así un nuevo período en el silenciado movimiento opositor en Rusia que había quedado huérfano ante la falta de líderes en activo y con el creciente control ejercido por el Kremlin. «Putin mató a la mitad de mí, pero mi otra mitad no se rendirá», decía el pasado lunes en un comunicado en vídeo de nueve minutos de duración.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo a principios de esta semana que Putin no había visto el discurso de Navalnaya y rechazó su acusación de que el presidente ruso estuviera involucrado en la muerte de Navalni. La ya viuda respondió en las redes sociales: «No me importa lo que comente el secretario de prensa del asesino sobre mí».
Yulia Navalnaya se ha sumado casi de manera involuntaria a ese grupo de mujeres que decidieron continuar la lucha de sus maridos después de que estos muriesen. No lo tendrá fácil. El Gobierno de Moscú ha aprovechado lo ocurrido con Navalni para darle una vuelta de tuerca al control sobre los grupos opositores, ya prácticamente inexistentes en el país. Navalnaya, todavía fuera de Rusia, no se ha dejado amedrentar y señala al Kremlin como único responsable de la muerte de su marido. Esto, sumado al contacto casi permanente que mantiene con líderes occidentales la ha convertido en una de las voces autorizas más molestas en Rusia.
Alexei Navalni, de 47 años, perdió la vida el pasado 16 de febrero después de que empezase a encontrarse mal después de una caminata y perder, casi inmediatamente, el conocimiento. Tras acudir los servicios médicos de la colonia penitenciaria, estos sólo pudieron certificar la muerte del político tras intentar sin éxito reanimarle durante 30 minutos. Según un comunicado oficial publicado por el Servicio Federal de Prisiones, «se llevaron a cabo todas las medidas de reanimación necesarias, que no dieron resultados positivos». El texto concluía diciendo que «se estaban determinando las causas del fallecimiento».
La madre del opositor recibió el sábado el cuerpo de su hijo después de nueve días de espera. «El funeral sigue pendiente. No sabemos si las autoridades van a interferir o si se realizará como quiere la familia y se merece Alexei. Os informaremos en cuanto haya noticias», dijo el abogado de la familia.
La madre de Navalni lleva una semana en el depósito de cadáveres de Salejard, la ciudad más cercana a la prisión siberiana de Lobo Polar en la que falleció su hijo, a la espera de la entrega del cuerpo. El miércoles, la agencia estatal rusa TASS informaba de que la madre de Navalni había presentado una demanda contra las autoridades, impugnando su negativa a devolver el cuerpo de su hijo. Se ha programado una audiencia para el 4 de marzo.
La presencia mediática de Navalnaya esta semana puede ser una baza para autoproclamarse como la única posible figura de la oposición rusa. A nadie le escapa el hecho de que puede aprovechar el alcance y los recursos que ya tenía su marido. Entre ellos, un canal de YouTube con más de seis millones de suscriptores donde este detallaba la presunta corrupción entre la élite de Putin. Su discurso del lunes en el canal obtuvo más de 5 millones de visitas en poco más de un día.
Una cuenta en X perteneciente a Navalnaya y creada el lunes ya cuenta con más de 270.000 seguidores. Esto contrasta con el nulo seguimiento llevado a cabo por los medios oficiales del Kremlin, pero que no tiene por qué ser un problema ya que una gran parte de la población rusa sigue de manera diaria la actualidad a través de internet.
Esta economista nacida en Moscú en 1976 y madre de dos hijos puede presumir de tener cierta experiencia en la política. En el año 2000 se unió junto a su marido al partido Yabloko, de ideología socioliberal y prooccidental, formación que abandonó diez años más tarde tras la expulsión de Navalni por un conflicto con su líder, Grigori Yavlinski.
A lo largo de la carrera de su marido siempre fueron reconocidos sus méritos como mujer en la sombra, ya que se encargaba de coordinar la agenda, actividades y discursos de Navalni. De momento, no parece tener entre sus planes volver a Rusia debido a la posible apertura de un caso penal en su contra. Aunque siga trabajando desde Europa, Yulia Navalnaya tiene el apoyo de quienes siguieron a su marido. El tiempo dirá si esta mujer ocupará el vacío dejado por Alexei Navalni concentrando la voluntad de todos aquellos que no comulgan con la doctrina de Putin.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió este jueves en San Francisco con la viuda y la hija del de Navalni. Después del encuentro, en declaraciones a la prensa, Biden dijo que Navalni era «un hombre de una valentía increíble» y afirmó que Yulia y su hija Dasha, que estudia en la Universidad de Stanford en California, «están siguiendo su ejemplo». Sobre la viuda de Navalni, el mandatario afirmó que «continuará la lucha» y que «no se rinde».
Poco antes, la Casa Blanca había informado en un comunicado de la reunión, durante la cual Biden expresó sus «sentidas condolencias» a la viuda e hija del opositor por la «terrible pérdida» que supone la muerte de su padre. Según la Casa Blanca, durante la reunión, Biden expresó su «admiración» por el «extraordinario valor» de Navalni y por «su legado de lucha contra la corrupción y por una Rusia libre y democrática en la que el Estado de derecho se aplique igualmente a todos».