Elecciones
Vladimir Semago: «Para Putin la política es sólo un negocio»
El fundador del Partido Comunista celebra el ascenso a la segunda plaza bajo el liderazgo de Grudinin.
El fundador del Partido Comunista celebra el ascenso a la segunda plaza bajo el liderazgo de Grudinin.
Vladimir Semago es un profundo conocedor de las dinámicas políticas de Rusia. Fue diputado de la Duma entre 1993 y 2008 y además uno de los fundadores del Partido Comunista de la Federación Rusa (PCFR) en 1992. También es un reputado empresario que a sus 70 años sigue aconsejando a políticos pese a que por razones ideológicas fuera expulsado del partido. Más tarde coqueteó con Rusia Unida, la coalición que ahora respalda a Vladimir Putin. Pero aquello no fraguó como tampoco lo hizo su breve paso por el partido Yabloko. A 15 grados bajo cero, Vladimir Semango, que se define como “opositor convencido del Gobierno y su sistema” que intentó formar su propio partido La Nueva Izquierda, atiende a LA RAZÓN para analizar los resultados de las elecciones y ayudar a descifrar cómo será el nuevo sexenio de Putin y, con ellos, el futuro de Rusia.
¿Considera que el resultado electoral legitima a Putin y a su proyecto de Rusia?
Durante los últimos veinte años, en Rusia se ha destruido toda legislación electoral dando como resultado una sistema en la que la palabra elecciones y resultado se convierten en un sinsentido. El Arcaísmo y el conservadurismo de las normas jurídicas (la recogida de firmas, la comprobación en los tribunales, la presencia de un conjunto de restricciones, la falta de nuevas tecnologías de votación, la imposibilidad de usar "firmas electrónicas", comisiones electorales no electos, la falta de acceso a los resultados de la votación) indica que en la Federación de Rusia no tiene lugar hablar de resultado ni legitimidad. Es más, en la victoria de Putin sólo está interesado él mismo y su entorno que lo conforman no más de 20 personas. Ni si quiera la oposición quería ganar realmente. Este sistema destruye los fundamentos morales de la sociedad, destruye la cultura.
Por primera vez en veinte años, el candidato comunista, Pavel Grudinin ha superado al ultranacionalista Vladimir Zhirinovsky ¿Es un éxito para el partido que usted fundó? ¿Qué consecuencias puede tener esto en las legislativas de dentro de dos años?
El éxito Grudinin en las elecciones nunca se barajó, es más desde el Kremlin nunca se esperó que fuera un verdadero competidor. Los buenos resultados de Grudinin forman parte de la demanda de cambio que existe en la sociedad. Él es un hombre normal, inteligente que realmente se ha convertido en una amenaza. Grudinin tienen una fuerte capacidad, experiencia económica, y es sincero. Aunque también es cierto que no tiene habilidades oratorias, carece de naturalidad y carisma político, sin embargo, su figura no produce rechazo, de ahí su éxito.
Sin embargo, él representa a un sector distante al de los viejos camaradas y, pese a ser comunista, por ejemplo, está a favor de las privatizaciones de instituciones estatales...
Esto ha influido en la debilidad de la organización de la campaña y en cierto modo en la subordinación de su conducta a los comunistas veteranos. Él recibió el consentimiento del Partido Comunista para dirigir sus esfuerzos en la consolidación de las protestas contra el sistema actual lo que le ha cosechado el apoyo de los más moderados. Él no representa a los “ultras, tiene una retórica centrista y busca la consolidación de la sociedad a través del desmantelamiento del sistema de poder existente, la corrupción de los tribunales y la Policía. También lucha con la terrible situación económica de la población y lucha contra las ambiciones militaristas del actual presidente. Aquí el problema es que el Kremlin no apoya a quienes critican a Putin. Todo este país está orquestado y dirigido por el presidente, controla los medios de comunicación, la propiedad estatal la cultura... y eso no puede ser.
Parece que el boicot electoral al que llamó el opositor Navalny no ha tenido los resultados esperados...
La idea de un boicot era estúpida e insignificante, porque si los que están a favor de Putin fueron a votar y los que no lo hicieron, estaba claro que el apoyo al presidente sería mucho más alto. Los rusos no dan importancia al porcentaje de participación, sino a quién ha ganado. Realmente creo que los rusos ni si quiera son conscientes de lo que suponen unas elecciones y las consecuencias que tienen.
¿Cómo será el siguiente sexenio de Putin en política internacional?
Sin duda seguirá irritando a la mayoría de los países occidentales ya que continuará violando el orden mundial establecido. Putin, que proclamó su adhesión a la "vieja y buena moral”, lo que realmente ha creado es un sistema único de gobierno donde solo cuentan los intereses de un pequeño grupo de personalidades afines a él. La confrontación de Putin con Occidente tuvo como punto de inflexión 2010 cuando él quiso controlar de manera independiente los enormes flujos de efectivo de Rusia hacia el mundo exterior. Todo lo demás viene derivado de esto.
¿Su lucha por la integración territorial se reforzará tras el éxito de Crimea, lo cual sirvió para aumentar su popularidad algo que ha utilizado con especial énfasis en esta campaña?
En la lógica de Putin, especialmente en el tema de la integridad territorial, no responde a ninguna lógica. Él declara solo lo que es conveniente para sus intereses en cada momento. Putin lucha ferozmente contra los separatistas chechenos y estrangula a los nacionalistas tártaros, pero, al mismo tiempo, justifica a Donetsk y Lugansk. Además mete en la misma caja Kosovo y Crimea, sin molestarse por consultar la lógica y la ley. Él, como un hombre del siglo XX, no comprende que en el futuro pasa por otra comprensión de conceptos básicos como "frontera", "estado", "soberanía", "independencia". Sin embargo su política y sus declaraciones le cosechas atractivos dividendos políticos como puede comprobarse.
¿Habrá un proceso más constructivo y de menos confrontación en su, supuesto, último mandato?
Putin no está listo para ningún proceso constructivo, especialmente en lo que respecta a la reorganización del mundo. Considera su presidencia como una especie de proyecto empresarial, sin pensar en absoluto sobre los problemas reales del planeta. Su comprensión de la estructura del orden mundial se inscribe en el esquema utilitario de las relaciones comerciales de :”rentable - no rentable”. Hay que tener en cuenta que él Se formó, en muchos aspectos, en el ambiente de San Petersburgo de los años noventa, cuando todos los líderes, tanto oficiales como en las sombras, estaban obsesionados con la idea de enriquecimiento y en su esencia poco ha cambiado desde entonces.
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