Videos
El tiroteo de Orlando deja ya 50 muertos, la peor matanza desde el 11S
El autor de la matanza de Orlando era de origen afgano y tenía lazos con radicales islámicos, aunque carecía de antecedentes
El autor de la matanza en el club gay Pulse de Orlando (Florida), que ha dejado al menos 50 muertos, ha sido identificado como Omar Mir Sediq Mateen, de 29 años de edad, natural de Port St. Lucie (Florida), aunque de origen afgano.
Quedaban pocos minutos para que Pulse, uno de los mayores clubes nocturnos de ambiente homosexual de Estados Unidos, ubicado en el centro de Florida (Orlando), cerrase sus puertas. Eran las dos de la madrugada (ocho de la mañana en España), cuando un hombre de 29 años, identificado como Omar Mateen, llegó a las proximidades del local armado con una pistola, un rifle y un artefacto que los investigadores no han descrito aún. Sorprendido por un policía que trabajaba como guardia de seguridad, ambos se enzarzaron en un intenso tiroteo antes de que el asesino lograra entrar en el local. Según la Policía de Orlando, murieron 50 personas y 53 resultaron heridas.
Para entonces la gente aterrada había empezado a correr. Otros optaron por tumbarse en el suelo y esperar a que todo pasase. Al ver cortado el paso, Mateen se atrincheró con varios rehenes, a los que mantuvo retenidos hasta que a las cinco de la madrugada nueve agentes del equipo de operaciones especiales SWAT accedieron a Pulse para rescatarlos. Actuaron guiados en buena parte por las llamadas y mensajes de texto de algunas de las personas retenidas dentro del local. Cuando terminó la operación, en la que murió el tirador, se rescataron a 30 rehenes. No sólo fue determinante la acción del guardia de seguridad y los SWAT, espontáneamente los conductores de los coches que pasaban por la sala de fiestas se ofrecieron para llevar a los heridos al hospital más cercano.
El grupo terrorista Estado Islámico ha indicado este lunes a través de su emisora Al Bayan que el autor de la matanza en un club de Orlando, Omar Mateen, era "uno de los soldados del califato en América". "Uno de los soldados del califato en América llevó a cabo una invasión de seguridad donde fue capaz de entrar en una reunión de cruzados en un club nocturno para homosexuales en Orlando, Florida (...) donde mató e hirió a más de un centenar de ellos antes de ser abatido", ha afirmado la organización terrorista en su emisión radiofónica.
Este domingo, la agencia de noticias Amaq, vinculada a Estado Islámico, ya había atribuido a este grupo terrorista la autoría, afirmando que Mateen, un estadounidense de padres afganos, era un "combatiente"de la organización.
Las autoridades estadounidenses han señalado que aún no han detectado pruebas que vinculen a Estado Islámico con la matanza ocurrida en el club Pulse de Orlando, el mayor atentado en suelo estadounidense desde el 11-S. Un responsable del FBI consultado por Reuters ha advertido de que aunque Mateen podría tener una cierta inclinación hacia Estado Islámico, habrá que investigar en profundidad.
Semejanzas con los atentados de París
A nadie escapa la semejanza de este ataque con el cometido el 13 de noviembre pasado en la sala Bataclan de París. El hecho de que el tirador hubiera tenido como objetivo un club de baile gay durante el mes sagrado del Ramadán hacía sospechar del Estado Islámico.
Mateen ya había sido investigado por el FBI por sus vinculaciones terroristas en 2013 y 2014, pero el caso fue cerrado por la ausencia de indicios concluyentes. La Policía de Massachussetts reveló ayer que, antes de cometer el atentado, el joven juró lealtad al Estado Islámico durante una llamada al número de emergencias 911 y mencionó a los hermanos Dzhokhar y Tamerlan Tsarnaev, autores del atentado contra la maratón de Boston que en 2013 se cobró la vida de tres personas.
Christopher Hansen, que se encontraba dentro de Pulse durante el tiroteo, explicó que escuchó hasta cuarenta disparos. Fue entonces cuando se tiró al suelo. Mientras, otras personas optaron por intentar salir del bar, que se convirtió en segundos en una auténtica ratonera. La sala sólo tenía una salida y en ese momento parecía haber desaparecido. Aún así, era la mejor de las opciones para seguir con vida. «Me tiré al suelo y empecé a andar a gatas. Intenté ayudar a alguien. No estaba seguro si estaba vivo o muerto», reconoció Hansen, de 23 años. Rosie Feba, que había ido al club por primera vez con su novia, recordó que «alguien me dijo que estaban disparando. De repente todo el mundo se tiró al suelo. Le dije a mi novia que no podía creer lo que estaba ocurriendo. Al principio pensé que los disparos eran parte de la canción que escuchábamos. Fue entonces cuando vi el fuego salir de la pistola», explica Feba de lo ocurrido. Entonces, ella y su novia abandonaron el local. No sin antes ayudar a un chico que había sido herido a salir también del lugar.
Carlos Muñiz estaba muy nervioso porque aún no había localizado a un conocido. «Pensaba también al principio que los disparos eran parte de la música, pero ha sido una masacre», reconoció mientras esperaba que su amigo se haya quedado sin batería.
✕
Accede a tu cuenta para comentar