Ucrania y su rol para abordar la crisis alimentaria

A finales de noviembre 60 mandatarios y titulares de los organismos internacionales se darán cita en la capital ucraniana para debatir la actual crisis alimentaria y coordinar sus esfuerzos con el fin de mitigar sus efectos a escala global.

Hay mucho simbolismo en que la segunda edición de la Cumbre «Granos desde Ucrania», un programa humanitario iniciado por el presidente Volodimir Zelenski, se celebre justo cuando los ucranianos en todo el mundo van a encender las velas para conmemorar y rendir tributo a las millonarias víctimas del Holodomor en el 90º aniversario de este genocidio por el hambre artificial.

Quizá sonaría vulgar, pero sigue siendo actual la advertencia de que un crimen no castigado suele repetirse en épocas posteriores.

No debemos asombrarnos en absoluto de que los artífices de la actual crisis alimentaria global se encuentren en el Kremlin. Igual como fue el caso del Holodomor de los años 1932 y 1933 que se cobró al menos 4,5 millones de vidas en la Ucrania ocupada por el régimen comunista.

La causa primordial de la crisis alimentaria que hoy en día atraviesa el mundo no es otra que la agresión a toda regla, injustificada e infundada, de Rusia contra Ucrania que se traduce en la escasez de alimentos y su encarecimiento.

Para evaluar el alcance, las dimensiones y ramificaciones de la invasión rusa de Ucrania en términos de la seguridad alimentaria, vale la pena recurrir a las estadísticas. En marzo de 2022, a pocos días de la invasión directa, el Índice de precios de los alimentos que publica la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura alcanzó sus máximos históricos al experimentar una subida de 34% en comparación con el año interior.

Antes de 2022, la producción anual de cereales en Ucrania permitía alimentar a unos 400 millones. Las cuotas de Ucrania ascendían al 47% en el mercado mundial de girasol, al 17% de cebada, al 14% de maíz y al 10% de trigo. En algunos países como Líbano, India, Irak y China los productos agrícolas de procedencia ucraniana representaban más del 50% de sus importaciones.

La agresión y el bloqueo ruso de los puertos y las rutas de exportaciones desde Ucrania afectaron la navegación y la logística del comercio marítimo en la cuenda del mar Negro. Moscú es totalmente consciente de las consecuencias de su actuación para 400 millones de personas, en primer lugar, en África y Asia, que críticamente dependen del flujo ininterrumpido de cereales de Ucrania.

Al cortar las rutas de suministro del grano ucraniano y atacando deliberadamente los silos de cereales y la infraestructura portuaria de Ucrania, el Kremlin actúa de forma calculada y premeditada en búsqueda de conseguir varios objetivos a la vez. No solo espera asfixiar económicamente a Ucrania, sino también desestabilizar social y políticamente, usando el hambre como un arma, a los países del Sur Global que, a juicio de Moscú, desencadene el éxodo en masa de los refugiados de Asia y África al Occidente. El Kremlin calcula que nuevas olas de inmigración irregular a Europa como el primer destino se traduzcan en el profundo malestar popular, fruto de en la creciente presión económica e inseguridad ciudadana, y, por ende, en el auge de las fuerzas xenófobas que siempre han sido los aliados tradicionales del régimen dictatorial de Putin.

Consciente de las amenazas que conllevan los planes misantrópicos de Putin tanto para sí misma como para otros países, en primer lugar, de África y Asia, Ucrania propuso que la seguridad alimentaria fuese uno de los pilares clave para alcanzar una paz justa y duradera en el marco de la implementación de la Fórmula de Paz del presidente Zelenski.

Como parte de su esfuerzo en 2022 Kyiv lanzó, en estrecha colaboración con el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, la iniciativa «Granos desde Ucrania» que es fundamental para garantizar la seguridad alimentaria a escala global.

Hasta la fecha Ucrania ha enviado en el marco de esta iniciativa 170 mil toneladas de trigo a Etiopía, Somalia, Yemen y Kenia, países con la situación alimentaria más precaria. Se planea extender en breve el programa a Nigeria, Sudán, Mozambique, Madagascar, Yibuti, Mauritania, Líbano y otros países.

Según la declaración del director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas hecha pública en septiembre de 2022, 345 millones de personas en todo el mundo padecían de la inseguridad alimentaria. Entre ellos, 70 millones sufrían malnutrición debido a la guerra rusa contra Ucrania y los ataques rusos a las cadenas de suministro de alimentos.

El programa «Granos desde Ucrania» está diseñado para garantizar el transporte de productos agrícolas desde Ucrania y prevenir el hambre en los países más vulnerables de África y Asia que enfrentan malnutrición y hambre aguda. Solo en África, 32 países dependen de las exportaciones de los cereales de Ucrania.

A lo largo de esta fase crítica de la agresión rusa de alta intensidad, Ucrania ha demostrado actuar como un actor responsable, capaz y dispuesto a contribuir a mitigar la crisis alimentaria, fruto de las políticas del Kremlin. Pese a las circunstancias adversas, Ucrania se esfuerza en cumplir con sus compromisos de suministrar los alimentos a los países más necesitados y afectados por las actuaciones de Rusia. Sintiendo su responsabilidad, Ucrania no es solo receptor sino también actúa como un contribuyente al programa «Granos desde Ucrania», al haber invertido a la fecha de hoy unos 32 millones de dólares para la compra y el transporte de cereales a los países necesitados.

El apoyo a la iniciativa «Granos desde Ucrania» beneficia a todos tanto del Occidente como del Sur Global ya que, en esencia, va a afianzar la seguridad alimentaria y respaldar a los agricultores ucranianos por igual.

Más de 30 países y organismos internacionales ya se han sumado al programa «Granos desde Ucrania»: Alemania, Austria, Bélgica, Canadá, Catar, Corea, Croacia, República Checa, Dinamarca, Eslovenia, España, Estados Unidos, Estonia, Finlandia, Francia, Hungría, Italia, Japón, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Reino Unido, Suecia, Suiza.

Ucrania espera que en la segunda edición de la Cumbre «Granos desde Ucrania» al programa se suman más países y organismos internacionales y alienta a todos los socios a contribuir a la noble causa de aliviar, a través de esta iniciativa humanitaria, las consecuencias de la crisis alimentaria para los países más vulnerables salvando las vidas de los millones de personas.