
Guerra con Rusia
Trump y Putin discuten hoy cómo acabar con la guerra de Ucrania y qué territorios se queda Moscú
La tensión es máxima y la confianza poca. Y mientras, los ejércitos de Ucrania y Rusia han continuado intercambiando intensos ataques aéreos
La apuesta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump por ser quien acabe con la guerra entre Rusia y Ucrania continúa sus esfuerzos. En las últimas horas, el mandatario republicano dijo que los negociadores de Washington y Moscú han comenzado a discutir la división de activos entre en un intento por poner punto final a la invasión a territorio ucraniano ordenada por Vladimir Putin hace poco más de tres años.
Trump confirmó de esta manera que planea hablar con su homólogo ruso este martes y que la conversación trataría sobre la "división de ciertos activos", incluidos terrenos y plantas de energía.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, confirmó la llamada planeada entre los dos líderes, pero no proporcionó más detalles. Se espera que las conversaciones sean un punto de partida para que Trump logre que Putin acepte un alto el fuego de 30 días propuesto por Estados Unidos y Ucrania después de que sus delegados se reunieran en Arabia Saudita la semana pasada. Hasta el momento, Putin exige que tal acuerdo deba cumplir con demandas cruciales planteadas por el Kremlin.
Tanto Putin como sus funcionarios han indicado repetidamente que quieren consolidar las adquisiciones territoriales de Rusia durante la guerra y evitar que Kiev se una alguna vez a la OTAN.
De hecho, el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Alexander Grushko, reiteró esos objetivos el lunes, diciendo al medio ruso Izvestia que su país buscará "garantías de seguridad inquebrantables" para asegurar la exclusión de Kiev de la OTAN en cualquier acuerdo de paz y la neutralidad de Ucrania con respecto al bloque.
“Creo que ya tenemos mucho de esto discutido por ambas partes —Ucrania y Rusia—”, dijo por su parte Trump. “Queremos ver si podemos poner fin a esa guerra. Tal vez podamos, tal vez no, pero creo que tenemos una muy buena oportunidad”.
La presión ha ido en aumento sobre Rusia para que ceda a las demandas de Trump después de que Ucrania aceptara la propuesta de alto el fuego la semana pasada, aunque como antesala de esta llamada realmente prácticamente se conocen los comentarios de Grushko que no hicieron referencia a la propuesta de alto el fuego.
El funcionario sí dijo que Rusia se opondría a cualquier presencia de tropas en Ucrania como parte de las garantías posteriores al conflicto, incluidas las tropas de la OTAN, mientras que tanto Reino Unido como Francia han expresado en las últimas semanas su disposición a enviar fuerzas para monitorear cualquier alto el fuego.
“Si [esos soldados] aparecen allí, significa que están desplegados en la zona de conflicto con todas las consecuencias para estos contingentes como partes en el conflicto”, agregó.
La tensión es máxima y la confianza poca. Mientras tanto, los ejércitos de Ucrania y Rusia han continuado intercambiando intensos ataques aéreos. En las últimas horas, las fuerzas rusas han aumentado el poder de fuego en un intento por recuperar la región occidental rusa de Kursk, donde las fuerzas ucranianas habían logrado establecer una fuerte posición en los últimos siete meses.
El gobierno ucraniano considera el territorio como una valiosa ficha de negociación en cualquier futura conversación de paz, pero en las últimas semanas se ha visto obligado a retirarse en algunas partes de la región.
La ofensiva militar se ha intensificado reforzada con el apoyo de las tropas norcoreanas que llegaron para asistir al Rusia, y por la suspensión temporal de la asistencia militar e inteligencia de la administración Trump a Kiev.
Incluso mientras Trump ha intentado actuar como pacificador, diciendo en su plataforma Truth Social que había pedido al Kremlin que no atacara a las tropas ucranianas en Kursk, Putin ha instado a sus tropas a seguir adelante, apareciendo en uniforme militar durante una visita a la región la semana pasada.
Entre tanto en Moscú, una minoría vocal de ultranacionalistas ha instado a Putin a no aceptar una tregua, calificándola de "trampa" y advirtiendo que el plan daría a Ucrania tiempo para reagruparse.
La semana pasada, el asesor de política exterior de Putin, Yuri Ushakov, calificó la propuesta de alto el fuego como “nada más que una pausa temporal para el ejército ucraniano, nada más”.
Esto ocurrió mientras el presidente ucraniano Volodymyr Zelenski acusaba a Putin de prolongar la guerra e ignorar los esfuerzos liderados por Estados Unidos para negociar un alto el fuego.
Trump, por su parte, está atado a la solución de este conflicto, mientras enfrenta varios frentes abiertos a nivel interno en Estados Unidos. Algunos demócratas y republicanos le han criticado por seguir un camino que obligaría a Ucrania a ceder mucho más de lo esperado a Rusia, a pesar de la valiente resistencia mostrada durante estos años. Su administración, sin embargo, defiende que la negociación resultará en “buenos términos” para todos.
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