El tribunal de la condicional de Josef Fritzl, el "monstruo de Amstetten", concluye que debe seguir en prisión

Josef Fritzl secuestró, violó y tuvo 7 hijos con su hija a lo largo de los 24 años que la tuvo encerrada en el sótano. Su ansia de control y sus instintos más primarios le permitieron llevar una doble vida durante 24 años, en lo que cometió todo tipo de aberraciones, incluido quemar en la estufa a uno de los bebés que tuvo con Elizabeth y que murió al poco de nacer. Los psiquiatras forenses explicaron durante el juicio que era una persona peligrosa y que no aconsejaban su liberación una vez cumplida la condena. Su único momento de debilidad durante el juicio se produjo durante la tercera jornada de declaraciones, en la que su hija relató su cautiverio.

Al escuchar sus palabras se vino abajo y confesó los hechos, a pesar de haber defendido siempre que la relación que tenía con Elizabeth era de amor verdadero. Esa confianza en su relación fue la que hizo que todo se destapara. Cuando uno de sus hijos enfermó, Elizabeth convenció a Fritzl para que lo llevaran a un hospital. La joven metió una nota en la ropa de su hijo para pedir auxilio. Las autoridades dieron la voz de alarma y comenzó la búsqueda. Elizabeth vio que la buscaban en la televisión que su padre había instalado en el zulo construido en el sótano de su casa para que estuvieran al día de lo que pasaba en el mundo.Volvió a convencer a su padre para que la dejara ir al médico y fue directa a la comisaría a denunciar los hechos. La legislación austriaca establece que cualquier reo puede acceder a la libertad condicional cuando cumple los 15 años de prisión, siempre y cuando los condicionantes y los informes sean favorables.

Fritzl dejó a primera hora de la mañana la prisión mental en la que se encuentra encerrado para acudir a una vista para determinar si se le conceden beneficios penitenciarios a partir de marzo. Después de una larga vista, Astrid Wagner, abogada de Fritzl, confesó que todo había salido como ella esperaba: "Tuvimos éxito. Fue una audiencia larga. Dijo nuevamente que se arrepiente de lo que hizo. De hecho, estuvo al borde de las lágrimas. En resumen, el tribunal ha llegado a la conclusión de que mi cliente ya no es peligroso". Sin embargo, el tribunal no piensa lo mismo y rechazó finalmente su excarcelación, aunque ha admitido que pueda ser trasladado al régimen penitenciario común en lugar de permanecer en un centro especial. El Tribunal Regional de Krems ha determinado que, por razones preventivas, debe seguir bajo custodia y no puede por ahora acogerse a ciertos beneficios.

Fritzl, que había pedido en numerosas ocasiones ser liberado, tenía la esperanza de poder acogerse a tercer grado. Entre los argumentos de la defensa está el estado mental del reo, su arrepentimiento y su delicado estado de salud. A sus 88 años, Fritzl tiene Alzheimer y necesita un andador para desplazarse. Adelheid Kastner, una de las psiquiatras más prestigiosas de Austria, concluyó que ya no representaba una amenaza para la sociedad y que sería incapaz de cometer ningún delito. Pero debido a la magnitud del caso y su repercusión social, los médicos y psiquiatras seguirán vigilando su estado, pero ya fuera del centro psiquiátrico.