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Política

Jartum

Sudán del Sur reconoce que los rebeldes han tomado un estado rico en petróleo

El embajador de Sudán del Sur en Jartum, Mayan Dot, reconoció hoy que los rebeldes han tomado el control del estado de Unidad, limítrofe con Sudán y rico en petróleo, tras intensos combates contra las fuerzas gubernamentales. En una rueda de prensa en la capital sudanesa, Dot señaló que los partidarios del exvicepresidente Riak Mashar, acusado de perpetrar un fallido golpe de Estado el pasado 15 de diciembre, controlan Unidad y el estado de Jonglei, el mayor del país.

No obstante, el embajador garantizó el suministro de petróleo y sostuvo que las instalaciones petrolíferas y los oleoductos que llevan el crudo a Sudán para su exportación "no han sido afectados por los enfrentamientos".

En ese sentido, aseguró haber hablado con el ministro sursudanés de Petróleo, Hon Stephen Dau, quien le aseguró que la producción actual de crudo en el país asciende a 250.000 barriles diarios.

De esa cantidad, 170.000 barriles se producen en el estado de Alto Nilo, vecino a Unidad y dominado por las autoridades, señaló Dot, que agregó que en Unidad se producen los otros 80.000 barriles.

El diplomático señaló que el Ejército controla la situación en ocho de los diez estados de Sudán del Sur y mostró su confianza en que pronto recuperará las zonas que han caído en manos de rebeldes.

Dot describió lo que ocurre actualmente en el país como una "semiguerra civil", debido sobre todo a los graves choques que han estallado en Jonglei y Unidad, y consideró que la solución pasa por un diálogo profundo.

Los insurgentes ganan terreno, después de que el jueves pasado tomaran la ciudad de Bor, capital de Jonglei.

Ayer, el líder de la cuarta división del ejército sursudanés, el general Koang Chuol, perteneciente a la tribu Lou Nuer, desertó y se unió a los rebeldes, informó una emisora local de Bentiu, la capital del estado de Unidad.

Las fuerzas lideradas por Chuol controlaron la región, según esa radio, mientras que hay informaciones de que los soldados gubernamentales se refugiaron en una sede de la ONU en la zona y el gobernador del estado, Joseph Monytuil, escapó del lugar.

El conflicto, que ha causado cientos de muertos desde el día 15, está marcado por la violencia étnica, ya que el presidente sursudanés, Salva Kir, pertenece al clan Dinka, y el exvicepresidente Mashar, al Lou Nuer.

El joven país afronta el mayor desafío desde su nacimiento en julio de 2011, tras independizarse de Sudán, con un futuro incierto debido a la brecha abierta entre ambos bandos.