Europa
Los socialdemócratas frenan en Rumanía el ascenso de la ultraderecha en las legislativas
Gana el partido socialdemócrata (SDP), del primer ministro Marcel Ciolacu, con el 22,6% de los votos, por delante de Alianza para la Unión de los Rumanos, que dobla su porcentaje en relación con 2020
Las elecciones legislativas celebradas el domingo en Rumanía han dejado un panorama político marcado por el triunfo del Partido Socialdemócrata (PSD), que obtuvo el 22,6 % de los votos, según los datos oficiales publicados este lunes por la Autoridad Electoral Permanente (AEP). Aunque los socialdemócratas lideran el escrutinio, el ascenso de las fuerzas ultranacionalistas como la Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR), que duplicó su apoyo hasta alcanzar el 18,1 %, ha captado la atención tanto a nivel nacional como internacional.
El Partido Nacional Liberal (PNL), socio del PSD en la coalición gobernante de los últimos cuatro años, quedó en tercer lugar con el 14,4 %, mientras que la Unión Salvar Rumanía (USR), una formación nacionalista de centro, ocupó la cuarta posición con el 12,1 %.
Entre las sorpresas destacan los partidos menores de ultraderecha, S.O.S. Rumanía y el Partido de los Jóvenes (POT), que superaron el umbral del 5 % requerido para acceder al Parlamento, con el 7,6 % y el 6,3 % de los votos, respectivamente. La Unión Democrática de los Húngaros de Rumanía (UDMR), que representa a la minoría húngara del país, también mantendrá su representación parlamentaria tras obtener el 6,5 % de los sufragios.
A pesar del crecimiento de las fuerzas ultranacionalistas, que en conjunto sumaron el 32 % de los votos, no lograron un avance suficiente para dominar el Parlamento. Las formaciones consideradas europeístas (PSD, PNL, USR y UDMR) acumularon el 55,5 %, lo que les permitiría mantener el control legislativo si alcanzan acuerdos para formar una coalición.
El resultado contrasta con los temores de un auge masivo de la extrema derecha tras la sorprendente victoria del ultranacionalista prorruso Calin Georgescu en la primera vuelta de las elecciones presidenciales la semana pasada.
Marcel Ciolacu, actual primer ministro y líder del PSD, destacó la necesidad de equilibrio entre el progreso económico y la preservación de la identidad nacional. "La señal enviada por los rumanos es que hay que seguir desarrollando el país con dinero europeo, pero al mismo tiempo proteger nuestra identidad, nuestros valores nacionales y nuestra fe", afirmó tras conocer los resultados.
Por su parte, George Simion, líder de la AUR, criticó a los gobiernos anteriores y enfatizó su postura contra el "globalismo" y la "corrupción endémica". "Rumanía no se salvará con políticos corruptos ni con una élite que ha vendido su alma al globalismo", declaró en tono combativo.
En paralelo, la atención también recae en el Tribunal Constitucional, que debe pronunciarse sobre los recursos presentados para impugnar los resultados de la primera vuelta presidencial. Asimismo, las autoridades están obligadas a informar sobre el resultado definitivo del recuento solicitado.
El escenario político en Rumanía evidencia una polarización creciente, con la coexistencia de fuerzas que apuestan por la integración europea y otras que refuerzan un discurso nacionalista en un contexto de incertidumbre política y económica.
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