El extrabajador de la Agencia Nacional estadounidense (NSA) Edward Snowden, responsable de la mayor filtración de la historia de documentos secretos norteamericanos, ha asegurado que aceptaría "con mucho gusto"recibir asilo en Brasil, país al que lo ha solicitado formalmente, según ha revelado el propio Snowden en una entrevista.

"Si Brasil me ofrece asilo, aceptaré con mucho gusto. De hecho, ya pedí asilo al Gobierno brasileño cuando estaba en el aeropuerto (de Moscú). Cursé solicitudes a varios países. Brasil fue uno de ellos. Fue una solicitud formal", ha explicado Snowden, según un adelanto de la entrevista, que será emitida en la noche de este lunes en el programa Fantástico de la red O Globo.

Snowden aprovechó además para elogiar a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y la defensa que hizo de su caso en la ONU porque fue la primera dirigente mundial que dijo "tenemos derecho a hablar y a comunicarnos sin ser espiados", previsto como derecho no de un país, sino como un derecho humano, según el extrabajador de la NSA.

El equipo del programa brasileño viajó hasta Moscú entre estrictas medidas de seguridad para entrevistar a Snowden, quien ha matizado que no fue él quien eligió Rusia como país de asilo y que no sabe qué pasará en agosto, cuando expire el visado de un año concedido por las autoridades rusas.

"Yo nunca elegí venir a Rusia. Estaba de camino a América del Sur, pero Estados Unidos canceló mi pasaporte y no pude viajar. Lo hicieron a propósito para poder decir 'es un espía ruso'", ha argumentado.

Snowden recordó además los 20 días que pasó en un aeropuerto de Moscú sin saber qué pasaría. "Fueron muy tensos. No sabías qué iba a pasar cada vez que te ibas a dormir. Si alguien va a llamar a la puerta, si alguien va a echar la puerta abajo", ha recordado.

Rusia no es un país perfecto

Sin embargo, asegura que ahora "el día a día no es tan malo como parece". "Rusia no es un país perfecto y estoy profundamente en desacuerdo con muchas cosas, sobre todo con la supervisión de Internet y la censura a la prensa, pero es mejor que la cárcel", ha argumentado.

En cuanto a la filtración de los documentos de los que disponía, Snowden ha explicado que se decidió a publicarlos cuando escuchó al jefe de los servicios secretos estadounidenses, James Clapper, negar que se estuviera espiando a millones de ciudadanos durante una comparecencia bajo juramento en el Congreso. "Yo sabía que era mentira. Los congresistas también sabían que era mentira y ninguno dijo nada", ha indicado.

También ha rechazado las acusaciones de traición lanzadas desde Washington. "No puedes ser un desertor a menos que hayas depositado tu lealtad en un enemigo del Estado, pero mi lealtad nunca ha cambiado. No quiero derrocar al Gobierno ni destruir a la NSA. Quiero que sean mejores", ha apostillado.