Francia
Sarkozy se queda fuera de la carrera por el Elíseo
François Fillon da la sorpresa y se disputará el liderazgo de la derecha francesa con Alain Juppé el próximo domingo
François Fillon da la sorpresa y se disputará el liderazgo de la derecha francesa con Alain Juppé el próximo domingo
François Fillon y Alain Juppé son los dos hombres que el próximo domingo se disputarán la candidatura de la derecha y el centro para las elecciones presidenciales de 2017 en Francia. Pero el verdadero triunfador de la primera vuelta ha sido Fillon. El que fuera primer ministro en tiempos de Nicolas Sarkozy ha pasado de no representar más que un diez por ciento de intención de voto durante meses a ganarsae la confianza de más del 44% de los electores con el 90% de votos escrutados, seguido por Alain Juppé, que obtuvo 28%.
Fillon se felicitó de que la celebración de las primarias, por la que él personalmente luchó en su día, se haya convertido en «un gran éxito popular». Volvió a insistir en que asume «el lenguaje de la verdad» por el que, según él, ha conseguido dinamitar todas las predicciones demoscópicas. Fillon prometió acelerar su campaña: «Me queda una semana para convenceros de que vamos a construir una alternativa para Francia».
Aunque circularon rumores de que Juppé podría retirarse, dejando el campo libre a Fillon, pronto despejó cualquier atisbo de duda al afirmar que continúa «el combate por todos aquellos que han creído en mí, por mis convicciones y por la idea que me hago de Francia».
Sarkozy no esperó al final de los resultados para reconocer la derrota. Al filo de las diez de la noche, el antiguo presidente de la República salió a la palestra para felicitar a Juppé y Fillon y anunciar que votará por este último, porque sus posiciones políticas le «son más próximas». De esta forma, Sarkozy anunciaba su retirada de la política: «Ha llegado el momento de abordar una vida con más pasiones privadas y menos pasiones públicas (...) no tengo ninguna amargura, ninguna tristeza, y deseo lo mejor para mi país».
Estas primarias, independientemente del resultado, tienen sabor de presidenciales. Muchos de los que acudieron ayer a las urnas para elegir al candidato de la derecha tenían la sensación de que la semana que viene saldrá elegido el que será presidente de Francia a partir de mayo 2017.
Los dos elegidos anoche tienen un gran respaldo electoral gracias al éxito de esta votación, que ha movilizado a tantísima gente, más de cuatro millones de electores.
Las primarias de la derecha francesa –es la primera vez que se convocan– constituye en sí un triunfo para los organizadores gracias a la inesperada afluencia de votantes. Una participación que sorprendió a todos, incluyendo a los distintos institutos de sondeos que apostaban por una alfuencia cercana a la de las primarias socialistas de 2011, que sirvieron para elegir a François Hollande como candidato, y que movilizaron a poco más de 2,6 millones de personas.
En el Ayuntamiento del distrito XVI, la avalancha de votantes fue tal que los sobres se agotaron, como en muchos otros colegios electorales, y tuvieron que echar mano de los sobres reservados para el voto de la segunda vuelta de las primarias el próximo domingo.
Las filas se fueron alargando porque primero había que firmar la carta de adhesión a las ideas defendidas en el programa electoral de Los Republicanos, después, pagar dos euros, y, finalmente, proceder al voto y a una segunda firma sobre el listado de electores. Aun así, las enormes colas y las largas horas de espera –hasta dos horas en algunos colegios electorales–, no desanimaron a los votantes que aguantaron estoicamente, incluso bajo la lluvia en algunos colegios parisinos.
Según un sondeo de Elabe para BFMTV, el 63% de los votantes que acudieron a las urnas eran de derecha y de centro, el 15% de la izquierda, el 14% sin preferencias y el 8% del Frente Nacional. Esta baja participación de los votantes de la extrema derecha es una de las causas del fracaso de Nicolas Sarkozy, que con su discurso autoritario y proteccionista ha estado intentando movilizarles para que acudieran a las urnas.
Las motivaciones de los electores eran de lo más diversas; para unos, generalmente los votantes de izquierda, se trataba de impedir que Sarkozy pueda convertirse de nuevo en presidente de Francia, y lograron su objetivo. Para otros, como Hélène, la participación de los votantes «falsea» el resultado. Para Marie, el objetivo era doble: «Si el Frente Nacional gana las presidenciales, al menos me diré que hice lo que pude para impedirlo», pero su intención también era descartar a uno de los favoritos en estas primarias: «Yo siempre he votado a la derecha, y si la gente de derechas no va a votar hoy, el que va a ganar será Alain Juppé porque los electores de izquierdas votan por él. Y yo quiero a cualquiera excepto a Juppé en 2017».
Gracias a los debates entre los candidatos, Violaine ha ido «madurando la decisión del voto», lo que le permitió elegir ayer a alguien «con la estatura política que no hemos tenido con François Hollande», el presidente con menor popularidad.
Primera vuelta de las primarias
44%
Con el 90% del voto escrutado, el ex primer ministro se impuso con holgura en la primera vuelta de las primarias
28%
Juppé se quedó segundo y disputará a Fillon la candidatura a la presidencia de la República francesa
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