Guerra de Ucrania
Rusia ratifica su decisión de retirarse del acuerdo del grano
El Kremlin amenaza a Ucrania sobre los «riesgos» de continuar con la exportación de cereales en aguas del mar Negro con la cooperación de Turquía y Naciones Unidas
La decisión de Rusia de «paralizar» el acuerdo del grano con Ucrania es definitiva. Así se encargó de anunciarlo el lunes en rueda de prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, quien prometió retomar «inmediatamente» la aplicación del pacto «en cuanto se cumplan las condiciones rusas». La retirada de Moscú, en palabras de Peskov, no guarda relación con el ataque con drones contra el puente de Kerch, que conecta la Ucrania continental con la península de Crimea anexionada por Rusia, sino con el incumplimiento de sus demandas, que tienen que ver con aliviar las sanciones que pesan sobre sus exportaciones agrícolas.
En concreto, Moscú pide la reconexión del banco agrícola ruso, Rosseljozbank, al SWIFT, el levantamiento de sanciones a repuestos para la maquinaria agrícola, el desbloqueo de la logística y seguros de transporte, el descongelamiento de activos y la reanudación del funcionamiento de la tubería de amoníaco Togliatti-Odesa, que explotó el 5 de junio, informa Efe.
Volodimir Zelenski explicó que Rusia no había roto su compromiso con Ucrania, sino con Turquía y Naciones Unidas, los dos actores que negociaron el año pasado las condiciones de la denominada Iniciativa de Cereales del Mar Negro, el acuerdo destinado a mitigar la incipiente crisis alimentaria global. El presidente ucraniano dijo estar dispuesto a reanudar las labores de exportación de cereales en aguas del mar Negro en caso de que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el secretario general de la ONU, António Guterres, estuvieran de acuerdo.
«He enviado cartas oficiales al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y al secretario general de la ONU, António Guterres, con la propuesta de continuar la Iniciativa del Grano del Mar Negro o su equivalente en un formato trilateral», informó Zelenski. El mandatario considera que Ucrania, la ONU y Turquía «pueden garantizar de forma conjunta la funcionalidad del corredor alimentario y de la inspección de barcos», las condiciones que permitían hasta ahora la salida marítima de cereal ucraniano.
Pero el Kremlin ha amenazado con tomar represalias. «Es un tema que debe ser comentado por nuestros militares porque se trata de una zona próxima a la zona de combates, y sin las debidas garantías allí surgen determinados riesgos», deslizó en su comparecencia diaria el portavoz Dmitri Peskov. «Y aquí no podemos decir qué países y en qué medida estarían dispuesto a asumir esos riesgos»
Erdogan dijo que discutiría esta cuestión con Putin y se mostró optimista de que el acuerdo pudiera reactivarse: «A pesar de la declaración de hoy, creo que el presidente de la Federación Rusa, mi amigo Putin, quiere la continuación de este puente humanitario». La agencia de noticias estatal rusa TASS recoge que la decisión es definitiva. Aunque se espera que el veterano ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y el nuevo jefe de la diplomacia turca, Hakan Fidan, debatan las condiciones.
El secretario general de la ONU dijo sentirse «profundamente decepcionado» por la decisión de Moscú, y afirmó que millones de personas que pasan hambre, además de los consumidores que se enfrentan a una crisis del coste de la vida, «pagarán un alto precio». Guterres también reveló haber enviado propuestas la semana pasada a Putin para facilitar las demandas de Moscú. Pero el presidente ruso no respondió.
«La decisión adoptada hoy por la Federación Rusa supondrá un duro golpe para las personas necesitadas de todo el mundo. Pero no detendrá nuestros esfuerzos para facilitar el acceso sin trabas a los mercados mundiales de productos alimentarios y fertilizantes tanto de Ucrania como de la Federación Rusa», insistió Guterres.
«Espero que todos los países sigan esto muy de cerca, verán que Rusia es responsable de negar alimentos a personas que los necesitan desesperadamente en todo el mundo», subrayó el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken. Y es que el acuerdo se alcanzó hace un año, gracias a la mediación de las Naciones Unidas y Turquía, para responder ante la crisis alimentaria que se había desatado a escala global tras la invasión.
Rusia bloqueó los puertos ucranianos, impidiendo a los barcos transportar el grano y disparando los precios mundiales a máximos históricos. El acuerdo inicial consiguió que Kyiv reanudara la exportación de millones de toneladas de cereales. De esta forma, los precios de los alimentos bajaron en el último año más de un 23% desde su máximo en marzo de 2022, según los datos del Índice de Precios de los Alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.
Antes del final de cada prórroga, sin embargo, Rusia ha amagado con retirarse del acuerdo porque considera que favorece a Ucrania. Después de tres prórrogas, Kyiv deberá de buscar alternativas para mantener las exportaciones.
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