Oriente Próximo
La región atacada, Isfahán, es el corazón del programa nuclear iraní y el lugar de donde partió el ataque del sábado
Con su ataque con drones de este viernes Israel lanza el mensaje de que la zona más sensible para el régimen de Irán no es segura
El ataque limitado y controlado de Israel a Irán ha tenido, como deseaba Tel Aviv, un efecto muy reducido, pero desde el punto de vista del lenguaje diplomático es muy importante porque con él lanza dos mensajes al elegir que la región atacada sea Isfahán.
El primero de ellos es que desde esta zona salió una parte de los más de 300 drones que Irán lanzó contra Israel el pasado sábado, con lo que el "ojo por ojo" es aún más evidente. Por otro lado, apunta directamente a la región donde se encuentran las principales instalaciones nucleares iraníes.
De hecho, en Isfahán está el Centro de Investigación y Producción de Combustible Nuclear, el mayor centro de investigación nuclear de Irán y vigilado muy de cerca por los inspectores nucleares para evitar que Irán se convierta en una potencia atómica.
En estas instalaciones trabajan cerca de 3.000 científicos y se sospecha que durante años ha sido el lugar en el que se han intentado realizar pruebas en torno al enriquecimiento de uranio.
Las primeras informaciones del ataque apuntaban a que las explosiones podían haber afectado a instalaciones nucleares, pero Irán se apresuró a desmentirlo. Poco después, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó que no se han producido daños en las instalaciones nucleares de Irán, informa Efe.
"La OIEA puede confirmar que no hay daños en las instalaciones nucleares de Irán", afirmó en la cuenta de la organización en X su director general, Rafael Grossi.
El organismo internacional pidió, no obstante, "a todos una extrema moderación" y reiteró "que las instalaciones nucleares nunca deben ser un objetivo en los conflictos militares. La OIEA está siguiendo muy de cerca la situación".
Centro de Investigación y Producción de Combustible Nuclear
Es el mayor centro de investigación nuclear de Irán. En él trabajan unos 3.000 científicos. Posee un pequeño reactor de investigación, pero el régimen reconoce planes para levantar un reactor más grande e instalaciones de enriquecimiento de uranio.