Terrorismo

Al Qaeda marca a tres soldados de fortuna de EE UU para que sean asesinados

En una publicación dirigida a sus terroristas les da todo tipo de detalles para que puedan localizarlos

Cartel distribuido por Al Qaeda. Los rostros han sido picelados por LA RAZÓN para evitar su reconocimiento
Cartel distribuido por Al Qaeda. Los rostros han sido picelados por LA RAZÓN para evitar su reconocimientoRedes

En la lucha contra los malos, en este caso los yihadistas, los que lo hacen en primera línea deben tomas todas las precauciones para no ser identificados, no sólo por ellos sino también por sus familias. Si a los terroristas les das una pista, sin duda la aprovecharán y es el caso de los que se presentan como soldados de fortuna que, a cambio de una sustancia cantidad, dicen haber operado en Yemen para finiquitar a islamistas, entre ellos a imanes.

Al Qaeda, a través de su publicación In Side y tomando como base unas declaraciones de estos mercenarios norteamericanos a una televisión inglesa, ha logrado reunir todos los datos sobre ellos, fotografías incluidas, lugar de residencia y ha pedido a sus “mohujadines” (combatientes) que les den muerte en la primera ocasión que se presente.

LA RAZÓN no publica, por razones obvias, dichos datos y las fotos de sus caras, que aparecen en el cartel distribuido por Al Qaeda, han sido convenientemente piceladas.

La banda yihadista, en su publicación, señala que “esta vez, estamos agregando a su lista de objetivos a un grupo de asesinos que mataron a muchos de sus hermanos musulmanes en Yemen, incluidos los imanes de las mezquitas. Los individuos que mencionaremos aquí han confesado públicamente y reconocido ante el mundo lo que sus manos han cometido. De hecho, además de ser combatientes incrédulos, derramaron la sangre de los musulmanes a cambio de la remuneración que recibieron del gobierno apóstata de los Emiratos Árabes Unidos. Le pedimos a Allah que haga que su desaparición sea inminente en un futuro cercano”, señalan.

Se olvida Al Qaeda de los crímenes que comete a diario en todo el mundo, entre ellos los de ocho sacerdotes católicos en Kenia. Ellos pueden matar y destruir y los demás, a aguantar, parece el imaginario de estos individuos que no pueden soportar que se les combata por todos los medios y que, para colmo, van de víctimas.

A continuación, dan los nombres y los datos de los soldados, sus declaraciones, localización, aspecto físico, hasta el color de los ojos. Acusan al presidente de los Emiratos Árabes Unidos, Mohammed Bin Zayed, de haberles pagado 1,5 millones de dólares.

Para animar a la venganza, Al Qaeda señala que mientras los soldados viven con sus familias, “las familias de las víctimas

que fueron asesinadas por estos traidores malhechores están soportando un inmenso sufrimiento. ¡¿Cuántos huérfanos lloran la pérdida de sus padres?! ¡¿Cuántas viudas lloran a sus maridos?! ¿Y cuántas madres han perdido a sus hijos? La lista de tragedias es larga”. Sugieren una “operación individual, ya sea la bomba que fabricas en la cocina, usando tu arma de fuego o atropellándolos con tu coche, o por cualquier método que consideres apropiado, con el permiso de Allah, para que puedas perturbar su paz, comprometer su seguridad y hacerlos vivir con un miedo que los perseguirá en el futuro, el resto de sus vidas. Así que pon tu confianza en Allah y no olvides que tu recompensa es grande”.

Finalmente, enumeran hasta 11 consejos a seguir, incluidas medidas de seguridad, para que los asesinatos puedan ser perpetrados. “Es una tarea reservada a unos pocos por encima del resto, a quienes Allah ha elegido para vengar a la Ummah contra aquellos que la hacen sufrir. Encomienda, por lo tanto, a aquellos a quienes Allah ha escogido para la yihad en su camino·, concluyen.

Dar pistas al enemigo conlleva este tipo de cosas. La prudencia y la discreción deben ser normas y virtud en la milicia.