Matteo Renzi
Los militantes del M5E apoyan un nuevo pacto de Gobierno en Italia con el PD
Principio de acuerdo entre los “grillinos” y la izquierda: más gasto en 2020 y una “Tasa Google”
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Era el último obstáculo que quedaba para que el pacto de Gobierno entre el Movimiento 5 Estrellas (M5E) y el Partido Democrático (PD) vea la luz. El M5E había prometido que no cedería hasta que sus militantes dieran el visto bueno y ayer lo hicieron mediante una votación en la plataforma digital del partido. Las bases aceptaron el cambio de rumbo con un 79% de votos a favor por el 21% en contra. De esta forma, el camino queda completamente despejado para que el primer ministro en funciones, Giuseppe Conte, vuelva al despacho del presidente de la República, Sergio Mattarella, para anunciarle su próximo gabinete. Esta cita podría producirse ya en las próximas horas.
Fue significativo que el anuncio oficial del resultado no saliera desde el aparato de comunicación del partido, sino del de Conte. Un modo de darle un carácter institucional a la consulta, realizada a través de un sistema informático controlado por una empresa privada –propiedad de Davide Casaleggio, hijo del cofundador del movimiento– y de la que sólo sus gestores conocen el funcionamiento. Antes de difundirse el veredicto, el M5E había comunicado que los inscritos son 115.000, un número muy inferior al de sus votantes y que hasta ahora nunca se había precisado. En la crucial consulta participaron 79.000 personas, un récord en la formación. Su líder, Luigi Di Maio, destacó el carácter «histórico» de la cita. Ya no hay vuelta a atrás.
Para que el voto saliera adelante fue crucial el empuje del primer ministro y del otro fundador del partido, Beppe Grillo, quien puede considerarse uno de los grandes artífices del entendimiento con el PD. En los últimos días, Di Maio ha puesto tantas resistencias a la alianza que en más de una ocasión ha amenazado con romperse. Pero el empuje de Grillo, que ha utilizado a Conte como garantía institucional, ha podido más. El pasado lunes el primer ministro en funciones ofreció un nuevo discurso llamando al acuerdo para que el camino elegido por la dirección del partido no fuera torpedeado desde dentro.
Junto a la alianza con el PD, el M5E consultó a sus inscritos si estaban de acuerdo con el nuevo programa que deberían implementar ambos partidos. Probablemente un modo de hacer más digerible el pacto a sus bases, que siempre han visto en el partido socialdemócrata un modelo a superar. Poco después de que se iniciara la consulta, Di Maio publicó un mensaje en sus redes sociales en el que explicó que las últimas 20 condiciones que había impuesto para formar Gobierno con el centro izquierda serían exigidas al primer ministro.
Entre ellas destacan la aprobación de un salario mínimo, una rebaja de impuestos, ayudas a familias desfavorecidas, el recorte del número de parlamentarios, medidas medioambientales más ambiciosas o incentivos fiscales al tejido productivo del empobrecido sur del país. Se trata de un modo de acentuar las políticas sociales que han tratado de aplicar en los últimos años –y que han chocado con los intereses de la Liga, más preocupada por el empresariado del norte–, mezclado con las políticas liberales que también explora el partido. El PD ve con buenos ojos este giro a la socialdemocracia, aunque hay otras materias como las políticas migratorias, marcadas por la mano dura del aún ministro del Interior, Matteo Salvini, en las que no hay sintonía plena.
En cualquier caso, ambos partidos consiguieron cerrar una lista con 26 medidas. Ahora Conte presentará sus ministros a Mattarella y el resto de cuestiones, sobre las que se espera que afloren las diferencias más pronto que tarde, se irán viendo sobre la marcha. El último de los escollos había sido el papel reservado a Di Maio en el nuevo Ejecutivo, que temeroso por el ascenso de Conte y su falta de liderazgo en la formación, había amenazado con romperlo todo si no conservaba al menos su cargo de vicepresidente. El pasado lunes, PD y M5E acordaron que no habría vicepresidentes de ninguno de los dos partidos, por lo que Di Maio cedió también en esto y dejó el terreno listo para el pacto.
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