Nuevo golpe para Taiwán: Honduras anuncia que restablece relaciones con China en detrimento de Taipéi

En un nuevo pulso diplomático entre Taiwán y China continental, Honduras ha comunicado que podría prescindir de la isla autogobernada para establecer relaciones oficiales con Pekín. Se trata del último país latinoamericano que se inclina a favor del país asiático, una decisión que ha impulsado a Taipéi a instar a Tegucigalpa a considerar cuidadosamente su postura y advertir al país de que "no caiga en la trampa de China".

La presidenta hondureña, Xiomara Castro, que había prometido estrechar lazos con Pekín durante su campaña electoral en 2021 para más tarde dar marcha atrás, ha instruido a su ministro de Asuntos Exteriores para que inicie el proceso de establecimiento de relaciones formales con el gigante asiático. La medida es "una muestra de mi determinación de cumplir con el plan de gobierno y ampliar las fronteras libremente", subrayó la líder en un comunicado publicado en Twitter el martes.

Las relaciones entre Honduras y Taiwán se remontan a 1941. La nación centroamericana constituía uno de los últimos aliados diplomáticos taiwaneses, un reducido grupo de países mayoritariamente insulares que Taipéi ha estado tratando de mantener con programas de ayuda e inversiones.

El Ministerio de Asuntos Exteriores taiwanés expresó su profunda preocupación al gobierno hondureño y le instó a reconsiderar su decisión cuidadosamente y a no "caer en la trampa tendida por China".

"Taiwán es un aliado sincero y fiable. Nuestro país siempre ha ayudado a Honduras en su desarrollo nacional en la medida de nuestras posibilidades", expresó el ministerio en un comunicado. "El único objetivo de China al desarrollar relaciones con este país es reducir el espacio internacional de nuestro territorio, no tiene intenciones sinceras de cooperar por el bien del pueblo hondureño".

Si la decisión sigue adelante, dejará a Taiwán con lazos diplomáticos formales tan sólo con 13 países. De hecho, Costa Rica (2007), Panamá (2017), El Salvador (2018) y Nicaragua (2021) son otros de los que han roto relaciones con la isla en los últimos tiempos. Desde 2016, Pekín ha despojado a Taipéi de ocho aliados diplomáticos, una forma de castigo por la negativa de la administración Tsai a reconocer el Consenso de 1992, un modus vivendi alcanzado entre ambas partes. Poco después de que Nicaragua decidiera abrazar a Pekín, el viceministro chino de Asuntos Exteriores, Le Yucheng, anunció que "es sólo cuestión de tiempo" que el territorio insular se quede sin socios.

Por su parte, Pekín aún no ha hecho comentarios, pero si lo ha hecho el embajador chino en México, Zhang Run, quien tuiteó que el principio de "Una sola China", que sostiene que ambos territorios forman parte de una sola nación, es el consenso de la comunidad internacional. "¡Felicidades Honduras por esta correcta decisión de abrazar ese principio! Esperemos que se cumpla", declaró Zhang.

El anuncio se produce antes del periplo previsto por la presidenta de Taiwán, Tsai Ing Wen, a Centroamérica el mes que viene, donde se espera que visite Guatemala y Belice.

Así pues, el juego de lucha diplomática entre Pekín y TaipÉi se ha vuelto mucho más prominente que nunca en América Central y América Latina, especialmente tras el XX Congreso del Partido Comunista de China, donde se situaron las relaciones con Taiwán en lo más alto de su agenda política.

China ha logrado atraer a una serie de países centroamericanos y caribeños que eran socios de Taiwán en los últimos cinco años. El gigante asiático no permite que las naciones con las que mantiene relaciones diplomáticas mantengan a su vez lazos oficiales con la isla democrática, que reclama como territorio propio sin derecho a vínculos de Estado a Estado.

No obstante, el diputado opositor hondureño Tomás Zambrano declaró a la televisión local que la decisión probablemente afectaría a la relación del país con EE.UU., su principal socio comercial, señalando que muchas familias dependen de las remesas de dinero procedentes del norte.

Washington no mantiene lazos diplomáticos formales con Taiwán, pero es su principal patrocinador internacional y proveedor de armas, una fuente constante de fricciones en las relaciones sinoestadounidenses.

Cabe destacar que la visita relámpago de la ex presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán en 2022 causó estragos. Era la segunda de este tipo desde que Washington cortó los lazos diplomáticos con Taipéi en 1979, y la primera en 25 años. Este inusual viaje no solo provocó respuestas sin precedentes de las partes interesadas en la cuestión taiwanesa, sino que también impulsó a políticos de otras democracias liberales a dejar su huella en el territorio.

"Diplomacia no oficial"

Bajo la administración Tsai, las acciones del Ministerio de Asuntos Exteriores parecen indicar que Taipéi está reorientando su estrategia para hacer hincapié en la "diplomacia no oficial". Por un lado, está aprovechando la preponderante industria de semiconductores taiwanesa para hacerse eco de la "Chip 4 Alliance" de la cadena de suministro estadounidense. Por otra parte, ha recibido con agrado las visitas de políticos de países socios no oficiales, provocadas por el viaje de Pelosi. En medio de la actual guerra entre Rusia y Ucrania, la isla ha promovido aún más su "diplomacia orientada a los valores" hacia los países de la UE, haciendo hincapié en el valor estratégico de la región como primera línea de las democracias liberales frente a la expansión de los poderes autoritarios.