Guerras
¿Hacia una nueva guerra mundial?: la intervención de Corea del Norte en Ucrania eleva la tensión global
Corea del Sur baraja la posibilidad de enviar armamento ofensivo a Ucrania mientras los aliados discuten si permitir a Kyiv utilizar sus misiles balísticos en suelo ruso
Los líderes militares occidentales temen que los combates en Ucrania puedan desembocar en una guerra a escala mundial tras la llegada a Rusia de tropas norcoreanas. El envío por parte de Pionyang de hasta cuatro brigadas, con un total de 12.000 soldados, marca una escalada significativa en el conflicto. El despliegue de tropas en suelo europeo del régimen de Kim Jong-un en apoyo de la Rusia de Vladimir Putin pone también de manifiesto la consolidación de un eje antioccidental que está «dispuesto a intercambiar vidas y dinero» para desestabilizar «los fundamentos mismos del sistema internacional basado en normas», subraya una fuente militar citada por el diario The Times, que hace referencia a un «cuarteto mortal» formado por Irán, Corea del Norte, Rusia y China.
Si las tropas norcoreanas se dirigen al frente para luchar contra Ucrania, un tercer país tendría botas sobre el terreno por primera vez desde el inicio de la invasión en febrero de 2022. «Es una especie de escalada y nos muestra un aspecto muy importante. Los conflictos internacionales se acercan muy rápidamente», declaró el ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, durante una visita a Londres esta semana.
La inteligencia militar ucraniana estima que el primer lote de 2.600 soldados de infantería puede ser enviado a combatir la contrainvasión ucraniana en la región fronteriza de Kursk tan pronto como la próxima semana. Kyiv también contempla la posibilidad de que Moscú haga una distinción entre los norcoreanos que luchan dentro de Rusia para expulsar a los ucranianos y los que luchan en Ucrania.
La pregunta que se formulan ahora Corea del Sur y los demás países occidentales es qué proporcionará Rusia a Corea del Norte como contraprestación. Existe la preocupación de que Moscú pueda recompensar a Pionyang con sofisticadas tecnologías armamentísticas que podrían impulsar sus programas nucleares y de misiles dirigidos contra el Sur. En este sentido, el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, prometió que «no se quedará de brazos cruzados» ante el despliegue, que ha calificado de «provocación que amenaza la seguridad mundial más allá de la península coreana y Europa».
Corea del Sur está considerando la posibilidad de enviar armamento ofensivo a Ucrania, rompiendo así una antigua política de denegación de armas letales a países inmersos en conflictos activos. Aunque Kyiv resta importancia a la eficacia de las tropas norcoreanas en el campo de batalla –carecen de experiencia en combate y no conocen el terreno–, la Inteligencia surcoreana especificó a las unidades desplegadas son fuerzas especiales. De acuerdo con Seúl, éstas forman parte del XI Cuerpo de Corea del Norte, una punta de lanza del ejército norcoreano de 200.000 personas y 18 brigadas, bien alimentada, bien entrenada, fuertemente adoctrinada y dotada para operaciones de infiltración.
Putin sabe que es poco probable que la OTAN responda enviando sus propias tropas a luchar en Ucrania. El Gobierno británico de Keir Starmer no ha logrado convencer aún a la Administración de Joe Biden de la necesidad de permitir a Ucrania disparar misiles Storm Shadow dentro de territorio ruso.
Con un nuevo presidente en la Casa Blanca a finales de enero, los lentos pero constantes avances de Putin en la región del Donbás podrían equivaler a una victoria percibida por Rusia. Y eso podría tener consecuencias. Una China envalentonada por el fracaso de Occidente a la hora de defender a Ucrania y con Estados Unidos sumido en las guerras en Oriente Medio podría aprovechar la oportunidad para invadir Taiwán.
«Mi opinión es que, a diferencia de lo sucedido desde la crisis de los misiles cubanos hace más de seis décadas, Taiwán presenta la amenaza real de un enfrentamiento directo superpotencia contra superpotencia, sin apoderados de por medio y con la amenaza de una guerra nuclear siempre presente», ha advertido el historiador británico Andrew Roberts. Con Washington centrando su atención en el Indo-Pacífico, Israel, que ha recibido miles de millones de dólares de apoyo militar de los estadounidenses, podría ser más vulnerable a los ataques de Irán y sus representantes. Irán, que ya ha suministrado a los rusos misiles balísticos y aviones no tripulados, podría decidir cooperar aún más con Rusia.
Matthew Savill, director de Ciencias Militares del think tank Royal United Services Institute (RUSI), dijo que podía vislumbrar el estallido de una tercera guerra mundial, pero que «aún estamos un poco lejos de ello». Savill no cree que el eje tenga un «malvado plan maestro secreto» para enfrentarse a Occidente, pero sí que trabajan en paralelo hacia el mismo objetivo: desestabilizar Occidente. «Si actúas como si fueras el policía del mundo y los problemas se acumulan, se conectan. Ahora [Occidente] tiene que tomar serias decisiones sobre prioridades».
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