Al menos 13 civiles murieron hoy y otros cinco resultaron heridos por la explosión de una bomba al paso del vehículo en el que viajaban en la provincia de Kandahar, en el sur de Afganistán, informó a Efe una fuente policial.

Al menos 13 civiles murieron hoy y otros cinco resultaron heridos por la explosión de una bomba al paso del vehículo en el que viajaban en la provincia de Kandahar, en el sur de Afganistán, informó a Efe una fuente policial.

La explosión se produjo hacia las 18.00 hora local (13.30 GMT) en el distrito de Maywand, afirmó el portavoz de la Policía provincial, Rahman Durrani, quien aseguró que todos los fallecidos eran hombres.

Según el portavoz policial, los heridos, entre ellos una mujer y un niño, fueron trasladados por fuerzas de seguridad afganas al hospital provincial y su estado es "crítico".

Durrani explicó que el vehículo siniestrado tuvo que desviarse de la carretera principal después de que poco antes un convoy de la misión de la OTAN en Afganistán (ISAF) sufriera un atentado suicida, aunque no pudo aportar detalles sobre lo sucedido.

Un portavoz de la ISAF confirmó a Efe el ataque, perpetrado con "un coche cargado de explosivos", y aclaró que no se produjo ninguna baja entre los miembros de las fuerzas de la Alianza Atlántica.

Sin embargo, un portavoz de los talibanes, Mohamed Yusuf Ahmadi, aseguró a la agencia local AIP que "doce soldados internacionales murieron y muchos más resultaron heridos", aunque los insurgentes suelen exagerar en relación al efecto de sus acciones armadas.

El ataque talibán tuvo lugar después de un fin de semana en el que se celebraron elecciones presidenciales en Afganistán, comicios que transcurrieron con relativa calma a pesar de que los insurgentes habían asegurado que boicotearían el proceso electoral.

Ayer, dos funcionarios electorales y un policía resultaron muertos al estallar una bomba al paso de un camión que transportaba votos en la norteña provincia de Kunduz.

Estas elecciones afganas son claves debido a que las tropas de combate de la OTAN están en pleno proceso de retirada del país y están transfiriendo gradualmente la competencia de la seguridad a la Policía y Ejército locales.

Este repliegue concluirá el próximo diciembre, si se cumplen los plazos previstos, pero la comunidad internacional baraja mantener cierta presencia militar en suelo afgano más allá de esa fecha.