Moscú envía 5.000 soldados para detener el avance ucraniano

Ucrania confirmó ayer haber volado un puente en la región atacada de Kursk y amenazó con aislar unos 30 asentamientos mientras su ofensiva en suelo ruso lograba nuevos avances. Las posiciones de Ucrania «se han fortalecido» y el área de territorio bajo su control estable «se ha ampliado», según afirmó el presidente Volodimir Zelenski tras conversar con el comandante de las fuerzas ucranianas, el general Oleksandr Sirski. Más soldados rusos han sido capturados, añadió.

Las tropas ucranianas realizaron avances «limitados» al sureste de Sudzha, la principal ciudad rusa bajo su control, recoge el Instituto de Estudios de la Guerra (ISW). Según el think tank estadounidense, pequeños grupos móviles ucranianos continuaron con ataques limitados detrás de la línea de contacto en la región de Kursk, mientras que las fuerzas ucranianas más grandes continuaron con los ataques cerca de Korenevo y al oeste de Snagost. Otra parte del territorio ruso, ubicada al oeste de la zona de la ofensiva, encajonada entre el río Seim y la frontera con Ucrania, también corre el riesgo de caer bajo el control de Ucrania, según varios blogueros militares rusos.

La Fuerza Aérea de Ucrania confirmó la destrucción de un puente para automóviles en este distrito, Glushkovo. El video que difundió el viernes por la noche muestra el colapso de gran parte del puente por una potente explosión, probablemente de una bomba aérea guiada lanzada por un avión ucraniano. Según Moscú, Kyiv usó un proyectil Himars suministrado por Occidente. «Los pilotos ucranianos utilizan ataques de alta precisión contra los bastiones enemigos, las acumulaciones de equipos, así como los centros logísticos y las rutas de suministro del enemigo», subrayó su comandante, el general Mikola Oleshchuk.

Rusia instaló rápidamente un pontón junto a los restos del puente, pero pronto podría convertirse en otro objetivo para Ucrania, sostienen los analistas. Tras haber pasado prácticamente la sorpresa inicial de su ataque, Ucrania busca ahora destruir la logística rusa para interrumpir los intentos rusos de establecer una defensa bien organizada.

Según algunos informes no confirmados, se han trasladado al menos 5.000 soldados rusos desde la línea del frente en Ucrania para ayudar a detener la incursión. Otros dos puentes restantes fueron volados por fuerzas rusas, según los blogueros militares, mientras las tropas del Kremlin se desplazaron hacia el este desde el río. Ucrania también ha intentado infiltrarse en la región rusa de Belgorod, al sur de Kursk, pero sus fuerzas ya no están allí, señaló también el ISW.

Con las tropas rusas en alerta máxima a lo largo de la frontera, los intentos de abrirse paso hasta el pueblo de Kolotylovka han fracasado, sostiene el Washington Post. Según el informe, el grupo de asalto ucraniano encontró una fuerte resistencia y tuvo que esconderse en trincheras rusas, bajo un intenso fuego enemigo, antes de que los supervivientes pudieran ser evacuados.

Ucrania ha hecho un llamamiento a la ONU y al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) después de que apareciera en las redes sociales rusas un vídeo de la cabeza de un soldado suyo, colocada en una pica, en el paso fronterizo de Bélgorod. Un soldado ruso advirtió en el video de que todos los demás «enemigos» correrían la misma suerte, mientras que se podían ver varios cadáveres tirados a su lado. Según «Pravda Ucraniana», al militar ruso se le ordenó decapitar los cuerpos de los cuatro soldados ucranianos que murieron en el ataque fallido.

«Estos vídeos se utilizan para intimidar y desmoralizar a los ucranianos», afirmó el defensor del pueblo Dmitro Lubinets, que instó al mundo a ayudar a que Rusia rinda cuentas por «otro acto de violación del derecho internacional humanitario». Durante la invasión se han registrado numerosos casos de asesinato de los soldados ucranianos que intentaban rendirse a los rusos.

Mientras tanto, Ucrania insiste en que los soldados rusos que sigue capturando en Kursk sean tratados bien, de acuerdo con la Convención de Ginebra. Los familiares de los soldados ucranianos capturados por Rusia esperan que sus seres queridos puedan finalmente regresar a casa ahora que Rusia ha iniciado conversaciones sobre un posible intercambio, con unos 2.500 de sus soldados capturados recientemente.