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México

García Luna, "la mejor inversión" del cartel de Sinaloa para construir su imperio en México

El responsable de la Seguridad en México durante la presidencia de Felipe Calderón ayudó durante años a la organización del Chapo Guzmán a sacar droga del país

El entonces secretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, asiste a una rueda de prensa en 2010 Marco UgarteAP

Genaro García Luna estaba confabulado con el poderoso Cártel de Sinaloa del capo Joaquín el Chapo Guzmán. El máximo responsable policial de México trabajó de forma secreta para permitir el envío de cientos de toneladas de cocaína a Estados Unidos durante años. Todo hubiera entrado dentro de la lógica criminal si no fuera porque García Luna era el hombre de confianza de EEUU y del presidente mexicano Felipe Calderón para luchar contra el crimen organizado.

El conocido en su día como "zar antidrogas" de México trabajaba a sueldo del célebre cartel y cobró por ello hasta 50 millones de dólares. Jesús El Mayo Zambada, hermano de Ismael El Mayo Zambada, actual líder del cartel de Sinaloa, dijo durante el juicio en el que García Luna sido declarado culpable de cinco delitos relacionados con el narcotráfico, que la primera entrega de dinero hecha al máximo jefe policial fue en 2005, y la segunda ocurrió en 2007, cuando ya era Secretario de Seguridad en el gobierno de Felipe Calderón.

La fiscal adjunta Saritha Komatireddy dijo el pasado miércoles que es imposible que el cartel de Sinaloa haya logrado expandirse como lo hizo sin la ayuda del Gobierno mexicano. Si alguien tenía los medios para ayudar al Chapo Guzmán y a su organización ese era García Luna, que fue durante años un hombre de confianza de Estados Unidos. Entre 2001 y 2006 dirigió la Agencia Federal de Investigaciones de México durante la presidencia de Vicente Fox; y entre 2006 y 2012 se convirtió en el jefe de Seguridad Pública en pleno gobierno del presidente Felipe Calderón.

Durante el sexenio de Calderón, García Luna fue el arquitecto del plan que militarizó la policía y la política de seguridad en México en la llamada guerra contra el narco, que dejó de acuerdo a Naciones Unidas 360.000 muertos desde 2006 miles y que supuso, como se ha demostrado ahora, el fortalecimiento del cártel de Sinaloa.

García Luna fue detenido en 2019 en Dallas (Texas) y esta semana ha sido declarado culpable de varios delitos relacionados con el narcotráfico en una sentencia histórica ya que nunca antes un ex funcionario mexicano había sido condenado por narcotráfico y delincuencia organizada.

De acuerdo con investigaciones publicadas en la prensa mexicana, el pago de sobornos a García Luna no era cosa del Chapo Guzmán sino de los hermanos Beltrán Leyva, quienes en ese entonces trabajaban para el cartel de Sinaloa. Con ellos se reunía García Luna de forma continuada al mismo tiempo que Felipe Calderón elogiaba sus esfuerzos en la guerra contra las drogas

Durante el juicio se ha revelado que García Luna ayudó al cartel de Sinaloa durante 20 años en su campaña por imponerse ante otros cárteles de la droga mexicanos y detener a sus miembros, incluidos los Zetas. También colocó a funcionarios corruptos en cargos importantes en zonas controladas por el cartel de Sinaloa.

Sergio Villareal Barragán, alias “el Grande”, un policía judicial en Coahuila reclutado por el Cartel de Juárez y después por el de Sinaloa, dijo en el juicio que "comprar" a García Luna fue “la mejor inversión [que el Cártel de Sinaloa] pudo haber hecho con su dinero”. “No teníamos ningún tipo de problemas”. El testigo también declaró que, en varias ocasiones, presenció cómo García Luna aceptaba sobornos mensuales de un millón de dólares por parte del cártel de Sinaloa, dinero que habría sido reunido por los hermanos Beltrán Leyva.

García Luna protegió al cártel de Sinaloa en su negocio para sacar de México cargamentos de cocaína con destino a Estados Unidos, según los fiscales. ¿Cómo lo hizo? Dando información privilegiada a la organización y atacando a los rivales de Sinaloa, tal y como demostraron los fiscales durante el caso en Nueva York, donde curiosamente el juicio ha sido presidido por el mismo juez que encarceló al Chapo Guzmán.

El "zar antinarco" entregó durante años información al cartel de Sinaloa sobre los operativos en su contra y les avisó con antelación de las capturas planeadas contra sus miembros. Por si fuera poco, además intercedió en la liberación de integrantes del cartel detenidos.

Durante la estancia en prisión en EEUU se supo que García Luna trató de eliminar a testigos claves del proceso judicial, incluido Jesús Zambada García, hermano del actual líder del cartel de Sinaloa, Ismael El Mayo Zambada. Así lo contó el propio García Luna a su compañero de celda tras su detención en 2019. El problema, al menos para el acusado, fue que el otro prisionero al que le hizo estas revelaciones era un testigo cooperante del gobierno estadounidense.

Jesús Zambada y Óscar Nava Valencia El Lobo, líder del extinto Cartel del Milenio, han sido algunos de los capos que han testificado en el juicio en Nueva York contra el ex funcionario de Seguridad.

El abogado defensor de García Luna, César de Castro, declaró, en cambio, que no había pruebas contra su cliente. “No hay dinero”, dijo. “No hay fotos. No hay videos. No hay correos electrónicos. No hay mensajes de texto. [No hay] evidencia creíble, confiable o plausible de que el señor García Luna haya ayudado al cártel”.

El juicio contra García Luna ha revelado hasta qué punto las instituciones en México están corrompidas. “Genaro García Luna convirtió a la AFI y la Policía Federal en el brazo armado de los carteles de la droga, incluso se les pagaba con droga”, dijo la periodista Anabel Hernández, autora de varios libros sobre el narco mexicano y amenazada por el crimen organizado por sus investigaciones.

Más delitos y la sentencia

El jurado, integrado por siete mujeres y cinco hombres, coincidió por unanimidad en la culpabilidad de García Luna en los siguientes delitos: participar en una empresa criminal continua, conspiración internacional para la distribución de cocaína, conspiración de distribución y posesión de cocaína, conspiración de importación de cocaína y dar una declaración falsa ante la autoridad migratoria.

García Luna también ha sido acusado de haber robado 250 millones de dólares al Estado mexicano en complicidad con otro alto funcionario del gobierno mexicano, una red de empresas y su esposa gracias a un "complejo esquema de contratación oficial fraudulenta".

Su sentencia no se conocerá hasta el próximo 27 de junio y de acuerdo con las leyes de Estados Unidos, García Luna podría recibir una pena mínima de 55 años de prisión y hasta cadena perpetua.