Italia

Meloni vota contra Von der Leyen y condena a Italia al aislamiento en la UE

La primera ministra italiana esperaba que su grupo pudiera influir en los equilibrios de poder, pero la alemana resultó igualmente elegida gracias al apoyo de los Verdes

Las elecciones del pasado mes de junio encumbraron a Giorgia Meloni como una de las protagonistas de la nueva legislatura europea, sobre todo después del batacazo en las urnas de Emmanuel Macron en Francia y del socialista Olaf Scholz en Alemania. De un día para otro, la líder de Hermanos de Italia se encontró ante una encrucijada: facilitar la reelección de la presidenta de la Comisión Europea, marcando así las distancias con los Patriotas prorusos del primer ministro húngaro Víktor Orbán y la francesa Marine Le Pen; o seguir sus pulsiones nacionalistas y unirse a ellos. La incógnita se despejó este jueves.

El grupo europeo de los Reformistas y Conservadores (ECR) que dirigen los Hermanos de Italia de Meloni y los ultranacionalistas polacos de Ley y Justicia votaron contra un segundo mandato de Ursula Von der Leyen. La primera ministra italiana esperaba que su grupo pudiera influir en los equilibrios de poder, pero la alemana resultó igualmente elegida gracias al apoyo de los Verdes, que se unieron a la gran coalición de populares, socialistas y liberales.

«Las decisiones tomadas en los últimos días, la búsqueda de un consenso con la izquierda hasta los Verdes, nos han imposibilitado apoyar a la presidenta Ursula von der Leyen para su confirmación», dijo el jefe de la delegación de Hermanos de Italia en el Parlamento Europeo, Carlo Fidanza, subrayando que con la reelección «no se está escuchando el fuerte mensaje de cambio que salió de las urnas el 9 de junio». «Esto no perjudica nuestra relación de trabajo institucional, que estamos seguros conducirá a la definición de un papel apropiado en la próxima comisión que Italia merece», añadió.

Roma aspira a una vicepresidencia y un comisario de peso dentro del nuevo Ejecutivo comunitario, que podría serle concedida más bien por ser el tercer país de la UE, fundador y miembro del G7, que por la influencia política de Meloni, que ya fue excluida del reparto de altos cargos de la cúpula comunitaria. Un desplante que Matteo Salvini, su socio en la coalición de Gobierno, supo aprovechar tratando de dejar en evidencia la ambigüedad de Meloni. «Para nosotros, Von der Leyen es insostenible. Entiendo que Giorgia razona como jefa de Gobierno, pero si al final vota por ella, podría ser su final», comentó el líder de la Liga, según publicó el diario La Repubblica.

La reelección de Von der Leyen era una oportunidad para Meloni de confirmase como interlocutora fiable y moderada dentro de la heterogénea extrema derecha europea. Desde su elección en 2022, la primera ministra italiana, que durante años hizo campaña contra Bruselas y pescó votos entre los euroescépticos, se convirtió para sorpresa de muchos en una aliada fundamental de la UE, defendiendo, por ejemplo, el apoyo sin fisuras a Ucrania frente a Rusia, a pesar de las simpatías hacia Putin de sus socios, sobre todo del desaparecido Silvio Berlusconi, fundador de Forza Italia y amigo íntimo del líder ruso.

Von der Leyen, por su parte, supo agradecer el trabajo de Meloni para mantener a raya a sus aliados, al mismo tiempo que entabló una estrecha relación con la líder de Hermanos de Italia con vistas a garantizar su reelección. La presidenta de la Comisión Europea visitó el país transalpino en los últimos meses para mostrar su solidaridad ante el aluvión que arrasó la región de Emilia Romagna, o viajando hasta la isla de Lampedusa, desde donde defendió la polémica política migratoria impulsada por la primera ministra italiana, que aspira a externalizar la gestión financiando un centro de acogida en Albania.

El idilio entre las dos mujeres, sin embargo, no ha terminado en boda. El cordón sanitario de socialistas y liberales, y la estampida de Vox y otros socios fundamentales de ECR, ha terminado por condenar a la irrelevancia a Meloni, cuyo rechazo este jueves a Von der Leyen podría profundizar el aislamiento de Italia en la nueva legislatura.